Aseguró que fue retenido por cinco hombres

Jorge Umaña, corresponsal GN y Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

Jacó.- El taxista Jorge Sánchez Madrigal, de 54 años, cuyo vehículo apareció anteayer abandonado en Esparza, fue liberado horas después en Nandaime, Nicaragua, sin un sólo rasguño.

La pesadilla, que tardó 26 horas, inició a las 3 a.m. del lunes, cuando una mujer originaria de Herradura le solicitó un viaje al poblado de Quebrada Ganado.

Cuando regresaba, se le atravesó un vehículo Mitsubishi Montero en el que viajaban cinco hombres armados. Estos portaban pasamontañas.

Tras preguntarles qué querían, los hombres le dijeron que su taxi (un Yaris), que se quedara quieto y se subiera a otro carro. Seguido, narró Sánchez, le amarraron las manos y pusieron un pasamontañas. Aunque estos hablaron poco, los identificó como “de acento colombiano”.

Una vez reducido a la impotencia, en apariencia fueron hacia playa Tárcoles. Allí a algún panguero le dijeron que cargara rápido, que no tenían mucho tiempo.

“No sé qué cargaron; solo le puedo decir que no eran mariscos, ya que no olía a pescado. Tardaron unos cinco minutos en pasar la carga de los carros”, dijo.

Cerca de una hora después, se estacionaron y pasaron la carga a un furgón. Sin observar nada, indicó que lo subieron al camarote del tráiler. Fue enfático al manifestar que lograron evadir todos los controles, tanto del lado tico como del de Nicaragua. Para ese momento volvió a escuchar a dos hombres, esta vez de acento salvadoreño o guatemalteco.

Dos horas después de haber pasado la frontera, fue subido a otro carro y liberado a la orilla del camino, donde le contó a un trailero lo ocurrido, por lo que este le regaló ¢2 mil y un poco de comida.

Una vez ileso y en Costa Rica, el taxista aseguró que “fue un tour que no se le puede desear ni al peor enemigo.

“Estoy vivo de milagro y no volveré a trabajar como taxista. Hablo inglés y he trabajado en varios hoteles”, dijo con asombro.