Isaac Zúñiga Keith
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Alajuela. - A la actual Liga de Óscar Ramírez, la misma que el torneo anterior campeonizó con solvencia, pareciera que en el Verano 2011 le gusta o se le está haciendo costumbre sufrir.

Pues sí, da la impresión que el cuadro rojinegro se ha convertido en un equipo masoquista, y así lo demostró ayer una vez más en su campo, donde se le ha hecho más que difícil sacar los tres puntos; al igualar 1-1 ante el Herediano.

Y es que los manudos últimamente dejan que su rival de turno los golpee primero. Los florenses lo hicieron, los cachetearon cuando el juego ni siquiera había calentado (al minuto 5), con ese golazo de José Carlos Cancela.

El volante charrúa no dudó dos veces para pegarle con todo a ese balón que le quedó picando fuera del área grande, y puso a soñar a la fanática rojiamarilla, con el primer triunfo frente Alajuelense, equipo al que no vencen hace ya seis juegos de forma consecutiva, sumando los duelos del torneo anterior y los de este.

Es claro que la Liga viene dando evidencia de ser indefensa, sobre todo en los primeros tiempos, donde deja que su adversario tome el control del partido.

Por eso no fue extraño observar a un Herediano tranquilo, buscando hacer daño por la vía del contragolpe, ordenado atrás, controlando casi que todos los avances de peligro rojinegros.

Y del lado manudo, Cristian Oviedo se llevaba sus manos a la cara, un gesto que indicaba desaprobación, disgusto porque su equipo no carburaba. Igual pasó con Carlos Clark, Jonathan Mc Donald y Leandrinho, quienes se reclamaban entre sí por los fallos, la imprecisión y falta de contundencia en el último cuarto.

En las gradas algunos aficionados gritaban el “movete, Liga movete”, pero nada, de nada. No tenían en el campo a Pablo Gabas, ausencia que resiente en demasiada. El juego manudo depende mucho del argentino, porque ya quedó demostrado que a Marcelo Sarvas le está quedando grande cumplir con esa función.

Al final el tanto del empate de Cristopher Meneses reavivó a la clientela que llegó al estadio, que se quedó con las ganas de gritar el segundo gol.