Yariela Novo Cárdenas
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Con algunas limitaciones económicas, entregadas a su familia y al trabajo, miles de mujeres celebraron ayer su día.

Sus anhelos, vivencias y desafíos formaron parte de la algarabía que se vivió ayer en distintas partes del país.

Elizabeth Johanning, vecina de Hatillo 4, participó ayer de la actividad oficial del Día Internacional de la Mujer, celebrada en el Cenac. Ella iba acompañada junto con 80 mujeres de la Clínica Solón Núñez y en este día recalcó su deseo más grande.

“Mi única hija, hace 35 años vive en Estados Unidos. Si estuviera en este momento aquí conmigo sería más feliz”, dijo Johanning.

Hace 36 años Olga Rodríguez Bolaños vio en la venta de lotería la manera de subsistir y sobre todo ayudar a su esposo con la manutención de sus tres hijos.

“Cuando yo empecé a vender lotería, mis hijos estaban pequeños. Ya todos están grandes y yo ahora quedé viuda”, dijo está vecina de San Rafael Abajo de Desamparados, quien todavía se gana la vida de esta manera.

Ligia Córdoba, vecina de Sabanilla, recalcó ayer los logros que han alcanzado las mujeres y la importancia de participar en celebraciones para conmemorar el día.

Córdoba ayer disfrutó junto a su nieta de tres años las distintas actividades.