Diana Vega, colaboradora
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Heredia. No es casualidad, cada vez que el herediano José Carlos Cancela celebra un gol, como lo hizo el pasado domingo ante el campeón nacional, besa sus brazos, pero más que por satisfacción por su equipo, lo hace por sus verdaderos tesoros.

Bruno y Megan son sus ojos y por eso el goleador florense lo tiene impreso en su cuerpo a la vista de todos. El brazo izquierdo lo tiene tatuado con el nombre de su hija de cuatro años y el derecho con el de su hijo de siete, los dos bajo la misma tipografía acompañados por una estrella.

“Tengo tatuado el nombre de mis hijos, que han sido lo mejor que me ha pasado en la vida”, comentó “Pepe” Cancela.

Más de un año ha pasado desde el día en que el herediano decidió pintarse el nombre de sus herederos y además el de sus últimos dos tatuajes.

“Me los hice hace mucho tiempo, casi año y medio. Si dolió un poco, pero me tatúe lo dos brazos el mismo día”.

Y es que miedo a la agujas, no tiene, pues además tiene muy bien adornadas sus piernas, brazos, pecho y abdomen.

“Tengo seis tatuajes más”, comenta tras sacar la cuenta.