Mario Guevara, colaborador
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Un hombre de apellidos Artavia Muñoz fue condenado esta semana a 25 años de cárcel por el homicidio del enfermero Iván Acuña Arroyo, de 31 años, el 9 de febrero del 2006, en las Rosas en la Isla de Moravia.

Acuña salió de su casa a las 9:40 p.m. en busca de un taxi, para ir a trabajar. En la entrada del residencial, dos sujetos se bajaron de un carro e intentaron asaltarlo.

En ese momento se presentó un forcejeo para quitarle el celular a Acuña, luego se escuchó un disparo y el enfermero del hospital Calderón Guardia cayó al suelo herido de gravedad.

De acuerdo con el parte oficial de la Cruz Roja, Acuña habría recibido un balazo en el brazo, el proyectil traspasó la extremidad y se alojó en la parte izquierda del pecho. Esta última herida le quitó la vida en pocos minutos.

“Yo los perdoné”

Esvin Acuña, padre del fallecido, manifestó que está satisfecho con el fallo de los tribunales. “En su momento se tiene la impotencia de perder a un hijo en una situación tan violenta como ésta. Sin embargo, con la ayuda de Dios logramos mi familia y yo salir adelante de esta tragedia”, contó con nostalgia el padre de Iván.

Acuña dijo que la víctima era hijo de su primer matrimonio, el mayor de sus cuatro retoños, dos mujeres y dos hombres. Ellos viven en San Ramón de Alajuela.