Isaac Zúñiga Keith
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Si la defensa de Saprissa desea controlar con acierto al delantero costarricense Álvaro Saborío, principal carta de gol del equipo Real Salt Lake, rival de turno hoy de los morados en el juego de ida de las semifinales de la Concachampions, deberán estar ojo al cristo.

Así lo consideran varios técnicos del medio nacional, quienes conocen al pie de la letra las virtudes de Saborío.

Le recomiendan a los tibaseños hacer una buena presión a los volantes del cuadro estadounidense, neutralizarlos para que estos no puedan ubicar con facilidad al artillero tico, procurar evitar los centros por los costados, tapar las subidas de los carrileros y que los defensores centrales que lo referencien, tengan buen juego aéreo.

Y que sean agresivos en la marca de espaldas, para que lo logren incomadar.

“Los dos centrales tienen que tener una buena comunicación, estar pendientes de la pelota - quien la pueda traer - y también de esos espacios que Álvaro siempre busca para enfrentar; eso cuando está el balón por el medio, y con mucha más razón, cuando la pelota cae por los costados”, mencionó el estratega Jeaustin Campos.

“La mayoría de veces se trata de marcar a este tipo de jugadores como Álvaro, con futbolistas altos, buenos en el juego aéreo, con mucha anticipación, agresividad a la hora de marcar de espaldas, para que no se le dé vuelta, que lo logren incomodar”, agregó el técnico Rónald González.

Hernán Medford dijo: “hay que evitar los centros, marcarle de cerca, porque es un jugador muy rápido y potente. Pero él anda con mucha confianza”.

5 formas de parar a Saborío

1. Lo importante es tenerlo de referencia, porque en ocasiones no participa mucho de lo que es la confección del juego. Nada más está esperando el último pase, para poder buscarse el espacio y anotar.

2. Neutralizar el juego en las dos líneas de atrás del Real Salt Lake, la media cancha y defensa, para que no lo nutran de balones filtrados o pelotazos largos.

3. Bloquear los costados, las subidas de los laterales para que no envíen centros al área.

4. Tener a alguien encargado de marcarlo de cerca, sobre todo en el área, que sea fuerte arriba, que lo logre incomodar, y le cierre los espacios o las diagonales, que por lo general acostumbra realizar.

5. Obligarlo a jugar siempre de espaldas, impedirle girar y perfilarse.