Mauricio Astorga, actor
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La semana pasada me metí a torear a la plaza de toros de Puriscal en el Reto de Teletica. Hay que estar medio loco para meterse en eso.
Aunque no me echaron al “Malacrianza”, para mí cualquier animal que tenga cachos y cara de pocos amigos se respeta.
Pero esto fue pretexto para no cumplir con el reto, pues el dinero del premio sería donado al hogar de ancianos de Puriscal.
Así que, por unos minutos, fui colega de Paquirri, del Juli y del Cordobés.
Antes de comenzar “la faena” lo que sentía eran ganas de salir corriendo para la casa, pero una vez en la arena, la adrenalina hizo su trabajo y me llenó de valor.
Los consejos de los toreros improvisados funcionaron y le pude dar un par de capotazos al toro. Después, tenía que cumplir con el reto, tocar al animal.
Logré tocarle un cacho, pero la vaquilla también tenía el reto de tocarme a mí, así que después de eso me revolcó, se me paró encima y me dejó mordiendo el polvo. ¡Misión cumplida!
Al final salí en hombros de la plaza, (no en los de los señores de la Cruz Roja), sino en los de los improvisados.
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