El martes anterior el jugador costarricense Álvaro Saborío, quien milita para el Real Salt Lake, de la MLS en Estados Unidos, se convirtió en enemigo de más de un aficionado saprissista, al anotarle en el minuto 8 del primer tiempo al equipo morado, en las semifinales de la Concachampios.

Saborío, quien había dicho que no iba a celebrar si anotaba, sí levantó sus manos con los puños cerrados, haciendo un gesto de poder, de fuerza, mientras sus compañeros se le acercaron, lo rodearon para celebrar su gol y felicitarlo.

“Es una victoria importante y hay que ir a Costa Rica para ejecutar un buen partido. No me dolió hacer ese gol, pero (no lo celebró efusivamente) porque soy saprissista”, comentó enfático Saborío.

“Veo al equipo en la final, pero todavía no tenemos asegurada la serie. Hay que ir a jugar (a Tibás) con la misma intensidad”, dijo.

El delantero, a quien se le vio esforzado, tratando de incomodar a los zagueros morados en todo momento, principalmente en la primera parte, destacó que se sintió tranquilo enfrentando a su exequipo.

“La gente acá me ha adoptado desde que llegué y me siento cómodo en este equipo. Saprissa manejó por lapsos bien la pelota y no aprovecharon, nosotros las que tuvimos sí las concretamos”, agregó el “15” del Real Salt Lake.

Los defensores Douglas Sequeira, José Mena y Roberto Wong se turnaron en la marcación del ariete nacional, tanto en los tiros libres y saques de esquina, como en las jugadas normales del encuentro.

Eso sí, el juego de Saborío vino a menos conforme fue avanzando el encuentro. En la etapa de complemento no tuvo tanto protagonismo.