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Viernes 6 de mayo de 2011, San José, Costa Rica

¢40 millones por pérdida de riñón izquierdo

Caja le debe pagar a joven

Angie López Arias

angie.lopez@aldia.co.cr

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) deberá indemnizar ¢40 millones a un joven que perdió un riñón luego de esperar tres años una operación.

La sentencia la dictó el miércoles el Tribunal Contencioso Administrativo a favor de Rodrigo Cordero, de 29 años, quien demandó a la Caja hace un año por el fallo de su riñón izquierdo.

El monto corresponde al daño moral causado por la situación, sin embargo, falta por determinar el pago por la pérdida de capacidad orgánica, para lo cual un perito deberá evaluar a Cordero.

Al joven le diagnosticaron hidronefrosis de leve a moderada (cuando la orina se acumula en los riñones y no puede drenarse), por lo que debía ser operado pronto para eliminar esa obstrucción.

Sin embargo, aunque recibió una orden de internamiento en el hospital Calderón Guardia, en noviembre de 2006, Cordero fue operado hasta noviembre de 2009, cuando ya el rinón había fallado.

“Lo que era de leve a moderado se convirtió en una hidronefrosis terminal. En el momento del díagnóstico, el riñón estaba bien; solo había que operar para liberar la obstrucción en el uretrero, pero se perdió porque no intervinieron a tiempo”, dijo Cordero.

Cristian Obando, abogado de la Caja, indicó que la sentencia no está en firme y que apelarán el fallo. “La respeto (la decisión de los jueces), mas no la comparto. Hay situaciones por analizar a fondo y a las que no haré referencia”.

Secuelas no se borrarán

Problemas de presión alta y colesterol que le obligan a tomar medicamentos todos los días, son algunas de las secuelas físicas con las que Rodrigo Cordero debe lidiar.

Pero lo peor son las consecuencias emocionales que le dejó la experiencia, pues pasó de ser una persona sana a alguien con afecciones de salud que pudieron prevenirse.

“El riñón se perdió porque los médicos no intervenieron a tiempo. En un lapso de 15 días me tenían que operar, pero pasaron tres años y el riñón falló”, comentó el joven de 29 años, casado y con una hija.