Washington/AP.-Rodeado por el bullicio de sus múltiples familias dentro de paredes altas que le daban refugio en una casa con una apariencia de prisión, Osama Bin Laden trabajaba sin cesar en una computadora, dictando directrices a su imperio terrorista, disperso y atribulado.
Bin Laden instruía a los miembros de Al Qaida y afiliados: ataques que causaran gran número de víctimas, pero en su mayoría fueron golpes de menor escala.
La información de espionaje más reciente incautada en el escondite de Bin Laden ofrece un cuadro complicado del fugitivo, por un lado comprometido profundamente en la violenta misión de su vida, pero por el otro algo cansado y distraído.
Para los agentes de Estados Unidos, la información hallada en la casa de Bin Laden muestra que él estaba ocupado tratando de planear las operaciones de Al Qaida luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001.
Los comandos especiales de Estados Unidos que le dieron muerte a él, a un hijo adulto y a otras dos personas el 2 de mayo, encontraron 23 menores de edad y nueve mujeres (inclusive tres de sus esposas) en la casa de tres pisos, semioculta detrás de paredes manchadas.
Hasta ahora, los servicios de espionaje que han hecho un análisis inicial de las 100 o más unidades de memoria y las cinco computadoras decomisadas durante la incursión en el complejo no han identificado objetivos específicos ni planes de próximos ataques.
Tampoco han encontrado evidencia de que Bin Laden haya coordinado los ataques por parte de los seguidores de Al Qaida en Pakistán, Yemen, Argelia, Irak y Somalia, ni de que haya estado detrás de un malogrado atentado contra un avión con destino a Detroit en la Navidad de 2009.
De hecho, se desconoce exactamente qué más pudo hacer Bin Laden luego de los atentados del 2001, que no fuera seguir vivo y esconderse casi una década.