No saltó, no brincó, ni cantó, lo primero que hizo la volante nacional Shirley Cruz, luego de consagrarse campeona de Europa con el Lyon de Francia, fue llamar a su madre, Marqueza Cruz.
“Tenía que hablar con ella, decirle que estuviera tranquila, yo no quería que sufriera como hace un año con los penales”, comentó Cruz desde Inglaterra.
El cuadro francés se impuso 2-0 al Turbine Potsdam, de Alemania, escuadra que el año pasado les había arrebatado el certamen en la instancia de los penales.
“Cuando perdía no compraba el periódico”
“En el fútbol se agradece muy poco”
A Nigeria le gusta ir al frente