Hace ocho años lo veía como algo que nunca podría lograr. No era para menos, su condición no era la mejor, con 30 minutos de andar en bicicleta ya andaba con la lengua afuera, como él lo reconoce.

Sin embargo, hace un año el empresario Andrés Clarke decidió tomar ese desafío y con 50 años se convertirá en el novato-veterano, las dos cosas a la vez, de la Ruta.

“Es una competencia donde se requiere no solo de una lucha contra la naturaleza y el límite de la condición física humana sino también es una cuestión de carácter y tenacidad”, manifestó.

Su objetivo principal será terminar esta prueba. “No es ir a ganarle a nadie, quiero disfrutarla. Mi objetivo es terminarla y conocer más de nuestro país y poder decir que efectué una de las competencias más difíciles del mundo”, dijo Clarke, quien desde hace un año se prepara con un entrenador.

El deportista conoce ciertos tramos de las cuatro etapas pero hasta ahora no las ha recorrido completas.