Opinión

Hermes Solano

Enviado especial

hermes.solano@aldia.co.cr

En Panamá hay fiesta y no precisamente porque Costa Rica jugará hoy aquí. No, los canaleros están celebrando su independencia.

Casas, carros, comercios y toda la capital, están tapizados con la bandera panameña, lo que hace que la ciudad se rinda orgullosa a la libertad que los caracteriza.

Los panameños celebran por partida doble, pues se independizaron de España y de Colombia y por eso tienen cinco días de celebración en todo el mes. Del 3 al 5 de noviembre, el 10 y el 28 son feriados para ellos, con desfiles que llenan de color varias de las principales poblaciones y que ayudan a descongestionar las principales calles y avenidas de Ciudad de Panamá, la capital del país.

Porque les cuento que aquí las presas son de todos los días y a toda hora ¡Qué calidad de presas! O tranques como las llaman aquí. Claro, los panameños están tan acostumbrados que se las ingenian para inventar carriles y tratar de sortearlas. Aquí hay que estar con los ojos bien abiertos con el volante en la mano porque en cualquier momento le invaden su carril, frenan para orientarse y hasta ponen reversa para enrumbarse por el camino correcto. Así nos pasó a nuestra llegada el miércoles acá. El taxista no sabía adónde estaba el hotel, y eso lo hacía frenar en cada esquina para tratar de guiarse y encontrar el lugar. Tras más de 40 minutos logró su cometido, no sin antes haber irrespetado varias leyes de tránsito, que en Costa Rica le hubiesen costado un ojo de la cara.