Alajuela, San Antonio de Belén. - Uno salió con gorra, el otro con su inconfundible sonrisa. Los dos con grandes lentes de sol y una expectativa sobre lo que se iban a encontrar en Costa Rica, pero la gente que los recibió los hizo sentir como en su tierra.
Neymar y Ronaldinho acapararon la atención en la llegada al país de la selección de Brasil.
Fueron recibidos con una batucada, con samba y con innumerables camisetas verdeamarelas, así como del Milán, club en el que actuó Dinho.
Los dos saludaron, se mostraron agradecidos y quedaron impresionados con el recibimiento.
“Creo que es genial”, dijo Ronaldinho al ver cómo lo ovacionaban, asegurando que Brasil tiene una nueva camada de jugadores que están dando la cara y son las figuras del pentacampeón.
“La recepción fue de lujo. Hasta pregunté si estábamos en Belém”, afirmó Neymar, refiriéndose al recibimiento que tuvieron la semana anterior en la ciudad de Belém en Brasil, previo al amistoso contra Argentina.
En cuanto a Ronaldinho, iba a atender a los medios ticos en el aeropuerto Juan Santamaría, pero como siempre, el desorden imperó en la terminal aérea, lo que “asustó ” al jugador, quien mejor dio media vuelta y se fue a montar al bus, no sin antes saludar a la gente, algo que hizo en el hotel, donde le cumplió el sueño a varios de sus compatriotas, quienes salieron con su firma en las camisetas y con su foto en sus cámaras o celulares.
¿No era mejor hacer una conferencia de prensa? Esa respuesta se la dejamos a Ana Yancy González, encargada de prensa de la Fedefútbol.
Locura verdeamarela
Más que cuando vino Argentina en marzo, la gente vivió una fiesta en el aeropuerto, y también en el hotel de concentración del equipo en San Antonio de Belén.
Ahí muchos aficionados se acercaron con ganas de ver a sus ídolos, algunos se lograron colar al hotel, otros fallaron en su intento, pero todos mostraron su amor por la camiseta carioca.
Por la tarde arribaron los “europeos”, entre ellos Dani Alves del Barcelona, Marcelo del Real Madrid y Julio César, el arquero del Inter de Milán y de nuevo la locura se apoderó de la terminal aérea y del hotel.
La mayoría de jugadores optaron por el silencio, quizá con ganas de descansar tras el viaje y estar listos para hoy, cuando inicie la preparación para el duelo del viernes ante Costa Rica.
Los llamados
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