Arturo Herrera, no representa específicamente la imagen de lo que nos enseñaron que significaba “vestir santos”. Puede que en lo único que se parezca a tan particular refrán es en que está soltero, pero no porque lo haya dejado el tren como dicen, si no porque su dedicación lo llevo a meterse de lleno en tan especial tarea.
Herrera no solo viste santos, sino que también es quien confecciona los elaborados atuendos y coloca cada uno de los detalles que llenan a las imágenes de color por estas fechas.
“Todos llevan sus detalles, Jesús Nazareno tiene que ir con su túnica en morado, el resplandor debe estar limpio y pulido, se cuida la caballera y los cordones que lleva en el cuello. Además, se le colocan bolsitas de tela con perfumes finos”, explicó el vecino de Alajuela.
Herrera contó que su pasión por preparar a las figuras le surgió desde que era un muchacho y recordó que su mamá le hacía vestiditos al Niño en Navidad con pequeños “retazos” de tela, luego se convirtió en monaguillo y empezó a colaborar con las señoras de la parroquia.
Una historia similar es la de Luis Díaz, quien se ocupa de vestir las imágenes que vemos desfilar por estos días en el centro de la capital.
Además es el encargado de alistar el Santo Sepulcro y el Santo Monumento.
Según dijo su trabajo empieza desde enero, pero cuenta con la ayuda de un equipo de ocho personas que le ayudan a preparar los atuendos de los santos.
“Todavía mi vida he trabajado para la iglesia, iba a ser cura y estuve tres años, pero al parecer Dios no me quería para sacerdote si no para esto”, contó.
La imagen que más disfruta vestir es a El Nazareno.
“Me gusta mucho en el Viernes Santo y el Domingo de Ramos, que lleva un manto rojo con adornos dorados, es una imagen muy antigua”, dijo.
En San Blas de Cartago, Gerardo Fernández es quien se encarga de hacer los trajes de los personajes bíblicos.
Desde los ocho años ha estado presente ya sea de angelito o de los ladrones que acompañaron a Jesús en la Cruz.
