El Sudario de Turín es la reliquia más famosa del mundo cristiano. Por siglos los feligreses han creído que en él está el rostro de Jesús y la manera de cómo llegó la imagen al manto es todo un misterio.
La Iglesia Católica no ha manifestado oficialmente su aceptación o rechazo hacia el sudario, pero en 1958 el Papa Pío XII autorizó la imagen en relación con la devoción católica hacia la Santa Faz de Jesús, publicó Wikipedia.
Con el fin de determinar el modo cómo la imagen se imprimió en la sábana, más de mil investigaciones científicas de las más diversas especialidades han sido realizadas y se le han tomado cerca de 32 mil fotografías para su estudio.
Según este medio Web éstas investigaciones han hecho de la Sábana Santa, la reliquia más estudiada de la historia.
Con permiso de Humberto de Saboya, propietario, fue nombrada una comisión en 1973, que incluía serólogos forenses, anatomistas, radiólogos, historiadores y físicos.
Los resultados de este y otro estudio por estadounidenses en 1978 fueron cautelosos; no encontraron pruebas fiables para afirmar que se trataba de una falsificación y consideraron que la aparición de la imagen era todo “un misterio”, esto según Shroud.com.
En 1988 se hizo una prueba de datación por radiocarbono, laboratorios de la Escuela Federal de Zúrich, la Universidad de Oxford y de Arizona determinaron que el manto data entre los años 1260 y 1390.
En 1973 el profesor Max Frei, en una prueba de polen, determinó que esporas encontradas son de plantas exclusivas de Palestina o Turquía.
Su formación
Pese a estos trabajos, ninguno de ellos han acallado la polémica entre los defensores de una u otra teoría, y se han sugerido diferentes explicaciones a su creación.
La primera de ellas es la formación milagrosa, considerando la imagen como: La Resurrección de Jesús.
Están las científicas, como su formación mediante una capa de hidratos de carbono o una autooxidación.
Por su parte, el canal Discovery expuso con expertos que otras de las teorías más fuertes es considerarla como la primera fotografía del mundo, atribuyendo su autoría al maestro Leonardo da Vinci.
