Tengo una relación con un hombre que vive en unión libre con otra. Ellos siempre han tenido problemas incluso, ella lo intentó agredir con arma blanca, y el se fue de la casa. Yo estuve a su lado ayudándolo, pues mi deseo es que esté sólo conmigo. Ahora se siguen viendo y dice que siente una necesidad de estar con ella. Eso me duele mucho, pero ya decidí separarme de él. Tengo miedo por la agresión que sufre.
Aunque le suene despiadado, no debe ayudarle más. Él tiene que afrontar por sí mismo las consecuencias de haber vuelto a esa relación enfermiza y violenta, y no haber optado por tener una relación estable con usted. Si la otra lo agrede o viceversa, es cosa de ellos y deberán enfrentar las leyes por agresión, algún vecino o familiar de ellos deben llamar a la policía en forma anónima y luego poner una denuncia por violencia doméstica o por causas penales. Puede alertar de estas posibilidades a algún amigo o familiar de él, para que estén atentos, pero usted no se inmiscuya más. Si él se arrepintiera y le rogara volver, no lo acepte. Por su salud mental acuda a consulta psicológica a la clínica más cercana, o al INAMU y busque guía espiritual.
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Tengo una gran preocupación por mi hija de 17 años, ella casi no socializa, es muy callada, sólo tiene dos amigos (mujer y hombre), está muy “metida” en la casa y la veo ensimismada, casi nada la motiva.
Si ella siempre ha sido así, deben respetar su forma de ser, y no obligarla, pero sí sería bueno que reciba con un psicólogo, clases. Ahora, si ella no era así, y se ha ido “encerrando en sí misma”, o ha cambiado su estado de ánimo, hay que descartar que le haya sucedido algo, algún tipo de decepción o abuso emocional o físico, que incluso tienda a deprimirla. No traten de atacarla, con cuestionamientos, válganse de su mejor amigo(a), para que indague qué le pasa y buscar soluciones.
