Confiesa que ha sentido miedo al atravesar la cascada de hielo de Khumbu

Sofía Quesada Chavarría

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Los nervios y los miedos no habían aparecido hasta el sábado, día en que Warner Rojas entrenó por primera vez el paso por la cascada de hielo de Khumbu.

El montañista atravesó grietas, por medio de escaleras, de hasta cinco metros de largo y 30 metros de profundidad. No por nada esta cascada, es uno de los obstáculos más peligrosos en la ruta suroeste al Monte Everest.

La cascada queda muy cerca del campo base, a 5.383 metros de altitud, lugar al que llegó la expedición del costarricense, desde el sábado 7 de abril.

“Da un toquecito de miedo porque no se siente tanta seguridad, se ve un hueco gigantesco, pero si es un poco más seguro que los puentes de hielo que he atravesado en otras montañas. Me da un poquitillo de nervios principalmente en la más grande (grieta) donde se pone una escalera doble”, contó Rojas ayer, antes de enfrentarse por segunda vez al famoso obstáculo.

Las grietas deben pasarse de madrugada para evitar que el sol derrita los bloques de hielo.

“Da un poco más de miedo pero es más seguro porque el hielo está firme y se evitan caídas de bloques de hielo que es muy peligroso. Uno pasa agarrado de dos cuerdas, además en la cintura lleva una cuerda de seguridad que está agarrada a las otras, así si uno se cae queda guindando de ellas”, explicó el tico.

Además la expedición ha realizado pequeñas caminatas y ha practicado rapel en hielo. Ayer caminaron cuatro horas y quedaron cerca del campo 1 (6.065 metros de altitud) y volvieron a bajar al campamento base.

Rojas asegura sentirse más adaptado a la altura. “La frecuencia cardiaca mejoró, hace cinco días tenía 110 pulsaciones por minuto y ahora son 70, eso es muestra de que el cuerpo ya ha ido acostumbrándose. Para no tener inconvenientes trato de tomar 5 litros de líquido diario”.

El jueves toda la expedición caminará al campo 1.