Edgar Fonseca, director Al Día

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Y se metió Herediano en las semifinales. Así fulminó a los morados con ese inesperado 1-3.

Y eliminado Cartaginés, en el minuto 90, por Limonense.

Y eliminado Alajuelense pese al 2-4, con sangre, sudor y lágrimas, allá en el sur.

Jornada de locos la de ayer en el cierre de la primera fase del torneo de Verano.

Vamos por partes.

Herediano se coló, contra todos los pronósticos, en las semifinales.

Juego de maña y malicia de las huestes rojiamarillas; controlado, por ese viejo zorro carioca que es Odir Jacques.

1-3, amargo para el paladar morado en las vísperas de las semifinales y sin poder cerrar, de alcanzar la final, en casa.

Ese privilegio es de Pérez Zeledón pese a la derrota 2-4 ante un Alajuelense que murió con las botas puestas.

Saprissa naufraga en la inconstancia y se olvida de imponer autoridad en su propio feudo. Ayer fue Herediano.

Ante los rojiamarillos, no estaban frente a un Orión descendido al cual cargaron de goles, pero, ¿quién le explica a su afición ese vértigo de las derrotas en casa?

Herediano ingresa a las semifinales por la puerta grande.

Ha tenido un torneo de pesadilla, pero supo rematar lo que la Liga dejó ir.

Lo de Cartaginés: imperdonable. Tenían la papa en la mano ante un Limonense con nueve hombres. El dardo del minuto 90 en Limón, será inolvidable.

¿Y Limonense? Otro equipo que rondó el caos y que cerró con decoro.

Hoy Santos puede encumbrarse a compartir el primer lugar con Pérez Zeledón, lo que podría mandar a la “S” al tercer puesto de la clasificación.

Semifinales a la vista donde, por tradición, morados y heredianos parten de favoritos pero con este fútbol loco, mejor esperemos.

¡Qué viva el fútbol!