Sucesos
Miércoles 8 de agosto de 2012, Costa Rica

Cuarto piso del Hospital San Juan de Dios

Auxiliar de enfermería pensionada inyectó a paciente y le provocó muerte

Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

Hospital. - Una auxiliar de enfermería pensionada, de apellido Barrantes, fue detenida ayer como sospechosa de provocar la muerte de una amiga en el hospital San Juan de Dios, a quien se presume, le habría inyectado cloruro de potasio en el brazo izquierdo, lo cual resultó letal.

El insólito hecho ocurrió alrededor de las 11:15 a.m. en la cama 117 del salón Lara, situado en el cuarto piso del Hospital San Juan de Dios, donde permanecía internada Lilliam María Arias Prendas, de 55 años, debido a un severo cuadro de insuficiencia renal.

Arias habitaba, al igual que la sospechosa, en la urbanización El Contador, en Calle Fallas de Desamparados, donde vecinos aseguraron que era “la enfermera del barrio” y que pudo haber actuado por pura piedad.

Max Apú Zamora, jefe policial del distrito Hospital, indicó que según el testimonio de pacientes, antes de que Barrantes inyectara a Arias, se le vio de un lugar para otro y que hasta conversaron sobre el esposo de la hoy fallecida.

“Una vez que la inyectó fue al baño y cuando regresó ya estaba fallecida. Personal interno del hospital detuvo a la señora y se le impidió retirarse”, afirmó Apú.

Al momento en que fue detenida, Barrantes tenía una jeringa y varios envases de vidrio pequeños en su bolso, los cuales fueron decomisados como evidencia.

A las 2:25 p.m. la mujer, de 63 años, salió escoltada por cuatro oficiales y subida a una unidad policial, quien la trasladó al Primer Circuito Judicial, en San José. Solo se le observaron sus zapatos y panties blancos.

Autoridades de la Caja lamentaron el homicidio y afirmaron que contribuirán en todos los extremos con las pesquisas judiciales.

Viriam Mejías Padilla, directora de Enfermería del Hospital San Juan de Dios, aseguró que no podía entrar en detalles sobre lo ocurrido por respeto a la familia.

“Ella lo hizo por humanidad”

Para Hortensia Argüello González, vecina y amiga de la auxiliar detenida, ésta actuó por piedad, debido a que eran muchos los años de sufrimiento que ya llevaba Lilliam, debido a sus enfermedades, donde destacaba insuficiencia renal (cuando los riñones pierden su capacidad para eliminar los desechos), diabetes y las diálisis a las que era sometida a diario.

“Pienso que ella hizo esto por piedad y humanidad. Vio que sufría mucho. Siempre estaba al tanto de la salud de Lilliam. Estamos impactados por lo ocurrido”, dijo Argüello.

Agregó que una vez que falleció Lilliam, Barrantes llamó a una hija para decir que iba a ayudarles para sacar el cuerpo. Desde hace 34 años nos conocíamos. Era conocida como la enfermera del barrio. Lilliam era una ama de casa normal”, comentó asombrada Argüello.

Vivía con su esposo y dos hijas a 75 metros de la casa de Barrantes. Fue enfática al manifestar que entre las dos mujeres había una gran amistad.

La sospechosa laboró durante varios años para el Hospital Nacional Psiquiátrico, de donde se pensionó. También laboró para el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia.