Deportes
Miércoles 25 de enero de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

El cazador blanco yace en su red

Amado Hidalgo, periodista

redaccion@aldia.co.cr

“Pepe” es un nombre que por si solo despierta simpatía. Nos recuerda a un personaje entrañable de nuestra niñez como “Pepe Grillo”, a un clásico del cine mexicano como “Pepe El Toro”, o bien al terrible “Pepito”, el imaginario niño de las preguntas incómodas y picarescas del menú universal chistográfico.

Así que “Pepe”, el jugador del Madrid, deshonra esos buenos recuerdos, enloda la profesión de futbolista y se ha ganado con mucho mérito, la fama de carnicero.

La prensa española ha revelado recientemente su afición por la cacería, un pasatiempo que empata mejor con su nociva agresividad en el futbol. “El cazador” no puede ir por los campos de juego empuñando su escopeta a placer y martillando el cargador contra todo rival que encuentre a su paso. La expulsión contra el Getafe en abril del 2009 dejó una imagen imborrable. Descargó su ira contra Casquero mientras éste yacía en el suelo. La suma de sus impotencias quedan evidentes cuando le toca enfrentar al Barcelona, la bestia negra del Madrid, la presa que no ha podido cazar y que siempre le roba la vuelta, dejándolo en el peor de los ridículos como futbolista.

Mourinho creyó encontrar en él un antídoto contra el ballet azulgrana y se le ocurrió anclarlo en el medio campo, para cortar la magia de los Xaxi, Iniesta y Fábregas, y las indescifrables conexiones con el prodigio Messi. Lo mandó con el hacha a realizar su labor de leñador, pero ese bosque de piernas mágicas lo saca de casillas, enerva sus emociones y lo hace caer en sus propias trampas. Nadie le cree que el pisotón a Messi, en el suelo, haya sido casual.

“Pepe” es villano de esa gran telenovela que protagonizan el Madrid y el Barcelona. Como en las novelas, “Pepe El Malo”, podría ser desterrado de una de las mansiones más lujosas y emblemáticas del futbol moderno.