Colaboró Miguel Calderón.
“Alzar la voz y librar las batallas” no fue solo un estribillo de su tema “Buenos días mundo” si no la insignia con la que la española Rosana endulzó con su voz grave y el rasgar de su guitarra a sus fieles fans que abarrotaron el teatro Melico Salazar ayer.
La oriunda de las islas Canarias, cumplió su promesa y complació a sus admiradores con los temas más sonados de su última producción y ofreció una noche cargada de positivismo, romanticismo y euforia.
A las 8:50 p.m. y luego de una presentación del cantautor argentino Humberto Primogerio, la española hizo su aparición con el tema “Nadie más que yo”, con el que los coros y gritos de sus admiradores no se hicieron esperar.
“Como en casa” era el nombre del recital y así hizo sentir al público y se sintió Rosana anoche, quien cómodamente en un sillón y a la luz de las velas deleitó con sus sus románticas letras acompañada únicamente de las tonadas de su guitarra.
Con su característica humildad, la cantautora canaria también compartió y bromeó con el público.
“Muchísimas gracias por haber decidido pasar la noche aquí y hacerme compañía”, dijo poco antes de entonar uno de sus temas más queridos “Contigo” al que le siguieron dos de su más reciente producción: “Mi trozo de cielo” y “Tu cruz por la cara”.
Minutos después llegó “El talismán”, misma canción con la que rompió récords de ventas con su primer disco y que se convirtió en su himno. Por supuesto, fue la más coreada y disfrutada por los presentes en el teatro josefino.
A esta le siguió su tema “Soñaré” y “Al filo de la madrugada” también de su disco “Buenos días mundo”.
Tampoco faltó uno de sus éxitos más recientes: “A fuego lento” que puso a todos a cantar en una velada que no distó mucho de una reunión de amigos.
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