A partir de las 10 a.m., la avenida segunda, diagonal al Teatro Nacional, en San José, se convirtió en el epicentro de miles de personas que ayer protestaron contra el aumento salarial.
La muchedumbre se quejó de la Autoridad Presupuestaria, que recibió la potestad de decidir los aumentos salariales del sector público en lugar de la Comisión Negociadora, instaurada desde el 2007 con ese fin. También protestaron contra los ¢5 mil del último aumento y contra el plan fiscal.
Entre los afectados estuvieron miles de estudiantes, conductores que transitaban por San José y Zapote, usuarios de muelles, personas que urgían reparación de averías en acueductos y otros.
De diversas esquinas surgían personeros del ICE, Ande, Apse, Undeca, AyA, Sindeu, Recope, Anep, la UNA y grupos de izquierda como el MAS, Frente Amplio y el Partido Obrero Socialista.
Unas 5 mil personas, apostadas en 10 cuadras de la avenida segunda, comenzaron a las 10:30 a.m., bajo un sol radiante, la marcha de dos horas hasta la Presidencia. “Al gobierno le decimos que no estamos dispuestos a ponernos de rodillas” dijo Beatriz Ferreto, presidenta de la APSE.
Una burla al costo de vida
Angélica Vargas, conserje y vecina de Batán, Limón, dijo que salieron a las 7 a.m.. Para ella, el último aumento es una burla.
Desde Cartago, las hermanas Marisela y Monserrath Sanabria dijeron que mientras los diputados tendrían un aumento de ¢150 mil, es ridículo que al sector público le lleguen ¢5 mil.
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, lamentó que terceros tengan que sufrir las consecuencias de manifestaciones cuyas inquietudes podían canalizarse en una mesa de trabajo. “¿Hay razón para protestar, sobre la base de las condiciones que a lo largo de los años le hemos ofrecido a los funcionarios públicos?”, cuestionó. Añadió que en el sector privado los salarios están entre un 2 y 3 por ciento por debajo del público.
Colaboraron Jéssica Salazar y Jorge Esquivel.
