Lunes 9 de julio de 2012, Costa Rica

El especialista del “stand up comedy” a pesar de ser ingeniero y antropólogo dijo que la comedia lo buscó a él

Andrés López, fiel a la comedia

Allan Andino

aandino@aldia.co.cr

Su tono es siempre eléctrico, acelerado, a cualquier situación le pone buena cara y si el ambiente se pone tenso le saca un chiste.

El revolucionario de los “stand up comedy”, el comediante Andrés López conversó muy ameno desde Bogotá con Al Día, previo a sus dos presentaciones el 14 y 15 de julio en Costa Rica.

Además del nuevo espectáculo “El Camino a la Felicidad” el cafetero confesó qué situaciones lo sacan de sus casillas, si hace deporte y su mejor arma para enamorar a las chicas.

¿Cómo toma este nuevo regreso a Costa Rica?

Pues ya son varias las visitas, somos amiguísimos. “El Camino a la Felicidad” es una charla con comedia para que la gente se sienta feliz, mi objetivo es transmitirle eso a Costa Rica, felicidad.

¿Cuál es la diferencia de este “show” a los anteriores?

Es una charla motivacional llena de comedia, es un espectáculo diseñado para toda la familia donde vuelvo divertidos los conceptos como valores e integridad. Hablo de cómo ser felices basado en el libro que escribió el filósofo L. Roland Hubbard, que expone 50 mil años de buenas decisiones y las volveré divertidas.

¿Ya domina las expresiones costarricenses?

Sí claro. Todavía sigo hablando español (risas) y los he visitado muchas veces. Cada vez estamos más cercanos lingüísticamente hablando, haremos cosas “chéveres”, bonitas, muy “tuanis”.

¿Qué cosas lo hacen perder la sonrisa?

Tengo varios principios que son mis banderas. Yo no quiero que la gente se drogue, ni se meta en guerras ni las vea como negocio. Eso me pone triste, gente prejuiciosa, no me gusta la esclavitud de ningún tipo. Que seamos capaces de vivir el presente y hacerlo bien, que no inventen enfermedades mentales, vendan droga y todo eso que me daña.

¿Y qué lo pone de muy mal humor?

Soy muy calmado, pero cuando tengo arranques de mal humor es porque soy muy exigente conmigo mismo, me castigo muy duro, soy el único responsable si las cosas no salen como quiero. Dicen que cuando un jefe está bravo es porque no fue claro en sus órdenes.

En su época colegial ¿era el chistocito de la clase?

Siempre he sido así, la seriedad no es quitarse la sonrisa de la cara, sino ciertos temas que se ajustan a nuestras vidas, y según el tono con que las digas. Yo siempre he sido así, alegrón, rumbero. Así como me ven en el escenario así soy en la vida real.

La risa es su mejor frac

Su nombre traspasa fronteras, ¿la fama le llegó más pronto de lo que imaginó?

Yo soy un tipo normal, uno común y corriente. Soy la persona promedio, tengo mi barriguita, a mí me dieron el ‘kit standar’. Soy relajado, de gustos sencillos, sin complicaciones.

¿Nada le amarga el día?

Siempre estoy dispuesto a llevar la comedia encima. Yo no salgo a la calle sin la comedia bien puesta, sino me siento desnudo (risas). Trato de dar mi mejor esfuerzo para que la gente la pase bien.

¿Qué pasó con su carrera de Ingeniería y Antropología?

Sí, yo pasé por la universidad y estuve ocho años allí. Me gradué de un curso de educación técnica en Canadá. Allá soy facilitador de educación experiencial y estudié mucho, eso fue comer libros y programar, pero siempre he sido comediante. Este oficio me eligió a mí, fue inevitable, contar cuentos, historias, la comedia me eligió.

¿Como buen comediante tiene labia con las mujeres?

Claro, eso lo defiendo en mi otro “show” “Con frutica picada”. Uno viene con el poder de la labia, ese poder es aquel que tenemos los que no tienen ni billetera ni la pinta, poseemos la labia (risas) Tocó afinarlo de chiquito.

¿Cómo está su situación sentimental?

Yo soy casado, bien casado con la dueña de mi corazón, porque hay quienes no se casan con la dueña del corazón y eso es muy problemático (risas).

¿Cómo equilibra el trajín de las giras con esa relación?

Ella es un ser muy especial, absolutamente bella conmigo, una persona que entiende lo que hago. En eso sí le acerté porque hasta ahora no he tenido ningún problema, todo ha salido muy bien, nos queremos muchísimo. Con la comunicación uno logra todo.

¿Hijos?

No, todavía no han llegado las criaturas, nada de retoños.

¿Un talento escondido?

Me gusta la tecnología, me encanta la aviación. Soy piloto y cuando se me permite salgo a volar con una pequeña avioneta.

¿Cuáles proyectos tiene entre manos para este año?

Seguiré con la gira, hay muchos “shows” en México, voy para Chile, estaré a lo largo y ancho de Latinoamérica. Muy pronto habrá sorpresas en las bandas digitales, es decir televisión satelital. Desde Los Ángeles, California se han interesado mucho en mí, entonces pronto habrá noticias al respecto, hasta que no se firme el contrato no la suelto (risas).

Cara a cara

“El Camino a la Felicidad” el 14 y 15 de julio en el teatro Melico Salazar a las 8 y 7 p.m. respectivamente.

Boletos luneta central ¢30 mil, luneta lateral y palco luneta ¢25 mil, primero piso ¢20 mil, segundo piso ¢15 mil, tercer piso ¢12.500 en publitickets.com y tiendas Play Escazú, Zapote y Paseo Las Flores.

El sitio aldia.cr regalará entradas para el domingo con el nuevo libro del humorista. Esté atento.