Los vecinos de Alajuelita siguen aún sin paso entre barrio Lámparas y Poás de Aserrí debido a las reparaciones del hundimiento que destruyó casi por completo la vía en mayo anterior.
Para evitar más daños, se construyeron muros de gaviones de 28 metros de largo y siete de alto a fin de proteger el espacio dañado. Resta rellenar y pavimentar para completar de nuevo la carretera lo que tardaría un mes más.
Sin embargo, paralelo a las obras surgen otros riesgos como posibles deslizamientos en una de las laderas que da al poblado de Concepción de Alajuelita.
Seidy Hernández, vicealcaldesa de ese cantón, dijo que debido al peso de la maquinaria que efectúa las reparaciones, la tierra continúo cediendo por lo que los muros se profundizaron más para dar mayor estabilidad.
Hernández explicó que la corona alrededor de la montaña está falseada y que están valorando un informe realizado por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), para tomar las medidas pertinentes a fin de evitar deslizamientos por las lluvias.
La jerarca indicó que la situación no debe causar alerta entre la población cercana pues realizan los estudios pertinentes y acciones para impedir mayores daños.
Johanna Ávila, gestora ambiental de la municipalidad, dijo que los deslizamientos iniciaron hace dos años con el huracán Thomas pero fue el hueco el que los puso a correr, lo cual ameritó el cierre de la vía por seguridad.
Los vecinos pueden transitar por un paso peatonal elaborado de forma provisional, sin embargo, carros e incluso vehículos de emergencia no pueden ingresar a a la zona porque el paso está cerrado.
La situación ha causado también afectación en algunas viviendas de los vecinos , como por la ejemplo la de Marco Quesada, la cual ha presentado agrietamientos severos.
