Nacionales
Viernes 27 de julio de 2012, Costa Rica

Romeros de San Vito llegan hoy a Pérez Zeledón en su tercer día de caminata

Sol inclemente desgasta

Hugo Solano y Walter Beita, corresponsal GN

hsolano@aldia.co.cr

En los dos primeros días de caminata, los romeros de San Vito de Coto Brus, cantón limítrofe con Panamá, resienten el inclemente sol. Ampollas en los pies, desgarres y el cansancio comienzan a asomarse en estos 159 fieles a quienes mueve una profunda fe en la Virgen de los Ángeles.

“Poco a poco le voy tomando el ritmo al camino. Es la primera vez que vengo y es muy duro”, narró Estefany Ávila, quien con una sombrilla se protegía del sol que pegaba al medio día a su paso, cinco kilómetros antes de llegar al puesto de descanso en el salón comunal de Santa Marta, Buenos Aires.

Ella es parte de 60 mujeres y 100 hombres que la madrugada del miércoles salieron de la parroquia de San Vito hacia la basílica de los Ángeles, en Cartago.

Zoraida Murillo Ugalde, de 55 años, fue una de las primeras en llegar a Santa Marta, sitio donde pernoctaron, para retomar esta madrugada su paso de fe. Hoy arriban a La Fortuna de San Pedro, Pérez Zeledón.

Le acompaña su esposo Agustín Corrales y un hijo, quienes ya tienen ampollas en los pies.

“Yo me apuro mucho. Le soco las primeras horas porque a mí el sol me mata. Hoy llegué antes de las 7 a. m. Los más rezagados llegaron después de las 12 m. d.”, explicó mientras esperaba el almuerzo en el salón comunal.

“No ha habido lluvia. Lo más duro, después del sol, son las cuestas. Subimos una durante más de una hora a la orilla del río Térraba. Uno siente que se le agotan las fuerzas”, añadió.

Dijo que para hoy tomaría una pastilla porque tiene los tobillos muy hinchados. Ella va hacia el Santuario para rogar por la salud de un hijo y por la familia.

Son 260 kilómetros. Caminan 12 horas diarias. A las 6 p.m. es la misa que cierra la jornada.

De momento solo una mujer dejó el grupo por una infección renal. Les acompaña un médico.