Periodista
Los dirigentes de la Asociación Deportiva Club Sport Herediano no deben ceder. El proceso de arbitraje en la Cámara de Comercio de Costa Rica debe proseguir, si Mario Sotela, vicepresidente de RBC Radio Limitada, que administra dicho club, no paga este 23 de junio los 274 millones de colones adeudados a diversos deudores.
Si Sotela no paga, se resuelve el contrato. Varias razones concurren para proceder en esta forma. Primero, las de orden legal. Este es un país de derecho y las razones legales militan a favor de la Asociación.
Segundo, Mario Sotela tiene antecedentes muy graves en cuanto al cumplimiento de sus compromisos. No es una persona confiable ni seria. Por lo tanto, ceder a su favor, en cualquier forma, aunque sea temporalmente, comprometería el presente y el futuro del C. S. Herediano.
No se puede confiar en un dirigente que no paga las deudas, que no se enfrenta con los periodistas, para dar explicaciones de sus actos, que ofende a los jugadores y, en ellos, a los aficionados, que, en el partido final y decisivo del equipo, todo lo confunde y que ha sembrado la división y la incertidumbre en todas partes. Por ello, aun en el caso en que Sotela saldara, en esta oportunidad, sus cuentas, el futuro del Herediano es oscuro. Estaría expuesto a toda suerte de sorpresas.
En tercer lugar, el C. S. Herediano es una institución de renombre, inscrito, con méritos propios y sobrados. No se puede tolerar que sea objeto del humor, los recovecos y la falta de seriedad de un personaje. Esta es, pues, la oportunidad para poner fin a estas conductas y con ello sentar un precedente en el futbol nacional, amenazado, en los últimos tiempos, por intrusos, cuyo interés no es el deporte en sí sino el exclusivo beneficio personal.
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