Deportes
Martes 26 de junio de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Dos grandes del fútbol

Julio Rodríguez B., periodista

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El ascenso de Carmelita a la primera división describe la realidad del fútbol nacional con su cortejo de grandeza, de heroísmo, de sacrificio, de pobreza, de improvisación, de todo. Podrían escribirse diversos capítulos sobre cada uno de estos pasajes dramáticos en el futbol nacional, desde la edad de oro, pasando por Italia 90, hasta hoy, pero este esfuerzo literario, histórico o analítico no puede prolongarse para vivir de añoranzas o de gloriosas tradiciones. Debe llegar un momento en que detengamos la marcha y nos pongamos a revisar lo actuado y a planificar el futuro. Se trata de un esfuerzo hercúleo y solidario, antes que caiga la noche de la mediocridad o de la improvisación. Nuestra distancia con el avance imponente del futbol mundial, se alarga. Urge que demos el salto cualitativo.

Carmelita, un equipo pobre, humilde, nómada, sin un hogar fijo. Ocho estadios le han dado asilo, pero bastó el corazón inmenso de su fundador, Carlos González, hoy atleta en las praderas divinas, para mantenerlo vivo y pujante.

Orlando de León, por su parte, suma cinco proezas en Costa Rica que, agrandadas con las dos en Guatemala, consolida un récord mundial de siete ascensos, digno de una medalla de oro de la FIFA.

He aquí dos paradigmas del deporte: Carlos González y Orlando de León. Su ejemplo debe iluminarnos e inspirarnos para restaurar la decencia y la dignidad en el futbol costarricense, amenazadas por los mercenarios y los bribones. Debemos unirnos para expulsar, sin contemplaciones, del atrio del futbol costarricense a estos mercaderes y vividores, y para dar, a la vez, el salto hacia metas y cumbres más sólidas y responsables en la historia del futbol nacional e internacional. Lo merecemos sin tardanza.