En algún momento visitó el hogar del que ahora es su archirrival. Quizás hasta se tomó un café con él y hablaron de táctica. Entre Óscar “Machillo” Ramírez y Daniel Casas no existe una rivalidad. Antes, inclusive se visitaban con frecuencia como buenos amigos que son.
“Yo rivalidad no le veo. A Daniel lo conozco desde que jugaba en Heredia en 1987. En algún momento él fue a mi casa y yo a la de él”, comentó sin mayor morbo Óscar Ramírez.
Casas jugará su primer clásico, pero los duelos ante “Machillo” ya tienen historia.
De hecho, Ramírez venció cinco veces a Casas cuando el charrúa dirigía a San Carlos.
Mientras el técnico morado le ganó dos partidos a Ramírez.
“Aquí lo interesante es que el primer partido es un clásico, no se llega en las mejores condiciones deportivas, pero en estos juegos el orgullo cuenta”, comentó el estratega erizo, sobre el juego del próximo domingo.
Rompe... cabezas para ambos
Casas y “Machillo” tienen en común su necesidad por buscar piezas claves en el plantel.
Mientras Ramírez sufre dolores de cabeza por la ausencia de Alejandro Alpízar, el técnico charrúa todavía no tiene claro quién acompañará a “Pepe” Cancela.
“Se me fue el referente Alpízar, el de los goles. Tengo que ver quién me resuelve eso”, dijo con tono de preocupación Óscar.
Quizás más preocupación de la cuenta si nos basamos en que tiene 13 jugadores de características ofensivas que muy seguramente servirán de “aspirina” para acabar con la migraña que le acompaña por ese vacío.
Uno de ellos, Anderson Andrade, se alista para afrontar su primer clásico el próximo domingo.
“Si el “profe” cree que puedo desempeñar esa función (la de Alpízar) yo creo en eso. Yo quiero demostrar mis condiciones”, dijo.
El domingo será la primera batalla. Veremos si enciende la “llama” de la rivalidad entre ambos técnicos.
