El lateral del Herediano, Marvin Obando, es claro: nunca olvidará su primer perro, un Schnauzer llamado Bruno, el cual hasta la fecha en que murió recuerda con nostalgia.
“Murió el 30 de julio, por viejito. Lo ando tatuado en la pierna. Lo importante es que me dejó un hijo que se llama Rufo”.
Para Obando, Rufo significa uno de sus principales apoyos, ya que con él habla y comparte cosas personales. “Ellos saben escuchar, me recuerda a Bruno, a quien yo quería mucho, se pasó de bueno conmigo”, cuenta.
En la familia de Marvin siempre han tenido perros de esta raza, gracias a su padre, quien ahora llevó un cachorro llamado Chester.
Las ganas no alcanzaron para Alajuelense
Juan Manuel Morales: “Es una desgracia”
Óscar Ramírez: “El espíritu andaba dormido”
“Tiquito” inició su cuenta regresiva
Tercera lesión de este tipo en diez años
Puntarenas a pescar taquillazo
Noche llena de opulencia y lujo
Mike Tyson aparecerá en “reality show”
Rivales ticos mordieron el polvo
Selección Nacional de fútbol sala derrotó a México
Le salvó la vida al hermano de Juan Diego
“Los Golden me matan por lo dulces”
En esta familia incluso los perros surfean
Daisy es su principal compañía
“El día que ella nos falte será de locos”
El amor por los doberman nació por “Lico”
“Motti” la tiene medio conquistada...
Los caballos son su amor fuera de la cancha
Maya se levanta a las 4 a.m. con César
“Al mío lo quiero porque siente la mala vibra”
Athila le quita el sueño a Gabas