A un año de su inauguración, el Estadio Nacional ya presentó su primer problema.
El pasado miércoles, previo al juego ante Herediano y Saprissa, el sector sureste de las torres de iluminación del reducto de La Sabana no encendieron y el partido se tuvo que disputar a media luz.
Franklin Solís, vocero del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), informó anoche que un interruptor de circuito que se “disparó” en el cuarto de generadores fue la causa de que no se encendieran las lámparas del sector sureste.
Así lo ratificó el arquitecto Luis Miguel Herrero, jefe de Gestión de Instalaciones del Icoder, quien acompañado de un equipo de técnicos de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz y tras una minuciosa revisión de los diferentes sistemas eléctricos detectó el “breaker” caído en uno de los 20 paneles computarizados que controlan la iluminación y que precisamente corresponde al sector que no funcionó el miércoles.
“Debe quedar totalmente claro que el inconveniente en la iluminación no tuvo relación con el suministro eléctrico que brinda la CNFL. De hecho, el problema ocurrió cuando ya se estaban usando las plantas generadoras con que cuenta el estadio”, indicó Herrero. Ayer en la tarde, tras “levantar” el disyuntor caído las lámparas prendieron con normalidad.
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