Opinión

JulioRodríguez B.

Periodista

Corresponde a los expertos hurgar en el C.S.Herediano y decirnos a los que no sabemos qué pasó. Qué pasó con el mejor equipo del país –que no campeonizó- y con el mejor director técnico, según otros, en el campeonato pasado y que, al comenzar este,

presentaba una doble planilla “de lujo”. El equipo se desplomó desde el primer partido frente a Santos, de Guápiles, y en los restantes juegos reinó la confusión. Este fin de semana cayó Jafet Soto.

¿Qué pasó? Pasó lo que siempre pasa cuando se marginan los hechos. No se le dijo

a la afición lo que, en verdad, estaba pasando en la cancha herediana. Siempre había una explicación para lo que no tenía explicación alguna y siempre el técnico brindaba declaraciones irreales. Para los que no somos expertos la cosa es simple: el Herediano careció en todos sus niveles de opinión crítica: en los partidos y fuera de los partidos. Se perdonaron y disimularon las más espléndidas torpezas en los partidos y en la parte administrativa. Destaco cuatro: el decaimiento de dos jugadores determinantes en el equipo –Andrade y Cordero- por una mala gestión interna, el anuncio de castigos (ficción) ante la incapacidad de la autocrítica y el atraso en los pagos del salario a los jugadores, lo que no se aclaró a tiempo. Y, en cuarto lugar, la soledad de Jafet Soto, que no contó con un asesoramiento apropiado y oportuno. Los errores se encadenaban, uno tras otro, y la junta directiva estaba viendo para la acera de enfrente. Un disco rayado de lo que ha sido una constante en la historia de este club en las últimas décadas: una junta directiva -¿un club de amigos o de familiares?- que no ve ni analiza ni actúa a tiempo. En fin, un déficit palpable de pensamiento, de crítica interna, para llegar a tiempo. Se le entrega el equipo a Odir que, al menos, ha tenido el decoro de hablar claramente en su primera salida a la prensa.