Los esfuerzos para reducir la mortalidad infantil rindieron pocos frutos el año pasado, pues la disminución fue de apenas 0,39 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló ayer que en el 2011 hubo 666 decesos de niños menores de un año, solo cinco menos que en el 2010.
Pese a que cinco años atrás (en el 2007), se alcanzaron los 735 fallecimientos, entre el 2008 y el año pasado las estadísticas mostraron una tendencia estable.
Sin embargo, el año pasado nacieron 73.459 bebés, 2.537 más que en el 2010.
Según los datos difundidos por el INEC, las mayores causas de muerte fueron afecciones perinatales. Las malformaciones congénitas ocuparon el segundo lugar y mostraron un aumento de un 1,02 por ciento.
Las enfermedades del sistema respiratorio mostraron la mayor disminución, pues pasaron de 5,66 por ciento en el 2010 a 3,45 por ciento en el 2011. Fueron la tercera causa de muerte.
Limón tuvo mayor incidencia
La provincia que mostró mayores índices de mortalidad infantil fue Limón, donde la tasa fue de 10,54 fallecimientos por cada 1.000 niños que nacieron.
Heredia mostró los números más satisfactorios, pues de cada 1.000 murieron menos de ocho infantes.
Asimismo, los datos indican que las mujeres tuvieron mayor índice de vida que los varones. Este comportamiento se repite en las provincias de San José, Cartago, Guanacaste y Limón.
