Deportes
Martes 1 de mayo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Opinión

Burlas laborales

JulioRodríguez B.

Periodista

Diversas normas rigen la conducta de los jugadores en un partido de futbol y hasta fuera de las canchas. Dígase lo mismo de otros miembros de la planilla de este deporte en escala nacional. De sobra es conocida la reglamentación del futbol internacional, rígida

e inapelable.

¿Por qué, entonces, prevalece la impunidad en las relaciones laborales entre los jugadores y los dirigentes o las juntas directivas, en cuanto a la puntualidad del pago de los salarios? Los jugadores pueden acudir, teóricamente, a las instancias administrativas laborales, o bien, a las judiciales, pero bien se sabe cuán compleja es esta vía y cuáles consecuencias les acarrea a los jugadores si intentan defender sus derechos: el pago de los salarios, las futuras indemnizaciones, la atención en la CCSS por invalidez, vejez y muerte, o el derecho a una pensión.

Hay un aspecto, asimismo, en esta confusión en las relaciones entre jugadores y algunos clubes que, pese a su gravedad, pasa inadvertida. Me refiero al derecho a la defensa o, mejor, a la publicidad en estas situaciones. Siendo el empleo y el salario materias tan sensibles, que involucran al jugador, su futuro y su familia, ha ocurrido que la entidad deportiva presiona a los jugadores a que tergiversen los hechos y digan todo lo contrario, ante la afición, de lo que, en verdad, está ocurriendo. ¡Cuántas veces aquel jugador que se presenta como vocero de sus compañeros, no lo es, pues la verdad está en otra parte, quizá en los libros de contabilidad! Y ¡cuántas veces también el dirigente que habla a nombre de la junta directiva carece de representación!

¿Qué quiere decir fair play? Significa transparencia, esto es, verdad, dentro y fuera del club. No significa meter “goles” en la cancha de la legalidad o de la moralidad, contra el prestigio y la dignidad de un club o los derechos de los jugadores (trabajadores).