Heredia fue superior a Pérez Zeledón y está en la final

Miguel Calderón

Redactor

Pérez Zeledón - En el fútbol, como en la vida, no hay que llegar primero, hay que saber llegar... (fotos del partido y la celebración).

Lo que hizo el Club Sport Herediano ayer en el estadio Municipal fue una muestra de ello.

Ese cuadro rojiamarillo que llegó de último a la cita semifinalista, pasó penurias, atrasos salariales, broncas entre jugadores y dirigencia, renuncias y una de sus principales figuras (“Mambo”) estuvo a punto de ser despedido, hoy está en la final nacional y es claro favorito al título.

Precisamente fue Víctor Núñez, quien ayer sacó a relucir todo su olfato y picardía, desnudó a la defensa generaleña y metió al “Team” en la serie por el cetro.

Los florenses lograron el pase a pura casta, alma y espuela; podría decir que le hicieron un partido perfecto al Pérez, porque el equipo de Odir Jacques supo aguantar atrás en la primera mitad, no regaló espacios, presionó en mediacancha y luego mató en el complemento con velocidad y vivacidad de sus figuras.

Mientras que los generaleños nunca se encontraron, lucieron imprecisos en sus pases, sin peso en ataque y presa fácil para hombres experimentados, de esos que saben jugar finales como Pablo Salazar y Cristian Montero.

¿Por qué sentó Mauricio Wright a Kenneth García, jugador clave durante la fase regular? Solo él lo sabrá, lo cierto es que el “Coco”, como le llaman, le hizo mucha falta a Ariel Rodríguez, quien se vio solo y por momentos sin ideas.

La defensa del sur también pecó en grande, sobre todo en el primer gol herediano al minuto 65´.

Dejar sin marca al “Mambo” en el área es sinónimo de gol, eso se cobra y caro. Ayer el delantero florense pasó doble factura.

Pérez se vio mal porque a mi criterio nunca arriesgó algún resultado más que el empate. No fue el mismo Pérez que le ganó dos veces a Saprissa, que hizo 37 puntos en solitario y que ocupó con mérito el primer lugar de la tabla.

El segundo tanto de Núñez fue la cereza del pastel para un Heredia que, a base de coraje, recibió un justo premio, a nunca bajar los brazos y saberse sobreponer a las adversidades, por eso está en su tercera final en menos de 2 años.

El “Team” dio un paso de gigante, llegó de “colado” y ahora está a las puertas de su corona 22, esa que tanto anhelan sus aficionados. Al final, un “¡Ooeee, oee, oeee, oeee, Odir, Odir!”, se escuchaba desde la gradería de sol, “Mambo” se abrazaba con Cancela, Jorge Barbosa alzaba sus manos y Esteban Granados apretaba los puños y miraba al cielo... mientras las lágrimas invadían a algunos de los jugadores locales.