Lunes 7 de mayo de 2012, Costa Rica

Entrevista exclusiva con el padre Alberto Cutié

“Mi esposa es la reina”

Gabriela Solano

gsolano@aldia.co.cr

Su vida ya no transcurre solo entre los feligreses y el púlpito. Ahora también está rodeado de pañales, deberes maritales y las responsabilidades que conlleva compartir un hogar con la mujer amada. Así pasa sus días Alberto Cutié, quien hoy se desempeña siempre al servicio de Dios pero como sacerdote episcopal, una decisión que tomó en el 2009 tras aceptar que deseaba formar su propia familia.

Al Día conversó en exclusiva con el padre Alberto sobre él, sus hijos, su libro el “Dilema” y sobre esta etapa en la que asegura ser absolutamente dichoso en todo sentido.

Ya lo había decidido

¿Padre Alberto, qué conoce de nuestro país?

En el 2000 tuve el placer de visitar San José para ayudar en la construcción de la iglesia en Colima de Tibás, también conocí el santuario de la Virgen en Cartago. Fui a las radios católicas, entre ellas Fides y María de Guadalupe; que después tuvo grandes problemas y controversias, para mí fueron muy tristes y aun más difícil ver como la institución de la iglesia manejaba la situación.

¿Cómo es hoy su vida?

Mi trabajo sacerdotal es el mismo, aunque ahora tengo el privilegio de hacerlo con mi esposa y mi familia al lado. El sacerdote episcopal (anglicano) tiene las mismas funciones y responsabilidades que uno de la Iglesia Romana. En la Iglesia Episcopal compartimos mucho más la autoridad y la administración con los laicos. Eso hace que uno este más dedicado a lo pastoral.

En mayo del 2009 fue el centro de una polémica tras conocerse fotos suyas con su hoy esposa. ¿Cómo ve ahora todo lo sucedido?

El pasado es el pasado. Los que se escandalizan por ver a un sacerdote con una mujer soltera y adulta en la playa, no conocen los verdaderos “escándalos” de la iglesia. Me da tristeza ver tanto fanatismo por parte de personas que me ven a mí y la situación que yo viví como el “gran escándalo”, mientras que nunca son capaces de denunciar la verdadera corrupción y enfermedad que se vive en algunos sectores de la Iglesia, más allá del encubrimiento del abuso de menores. Por eso pienso que es mejor seguir adelante y vivir con los ojos puestos en Dios, no en los hombres.

¿Se siente completo?

Vivo el sacerdocio como lo vivieron los apóstoles y miles de sacerdotes casados durante siglos. Muchos olvidan que los primeros 40 Papas eran hombres casados. Creo que hoy soy un sacerdote más tradicional y más parecido al clero de los primeros siglos de la iglesia. El celibato se impuso en el siglo XII y no fue la forma más antigua de ser sacerdote. Fue una decisión, mayormente, financiera; por las propiedades de la iglesia y las herencias.

Junto a su otro gran amor

Durante años vivió al mando de su casa, ¿cómo ha sido la experiencia ahora junto a su esposa Ruhama Canellis?

Buena pregunta, pero en el hogar cristiano reinan los dos: Marido y mujer. Mi esposa es definitivamente la reina, pero compartimos todo y somos muy felices. Yo antes ni paraba en mi casa, solo dormía y trabajaba 15 horas al día. Ahora, tengo una vida más humana y más equilibrada.

¿Cómo le ha servido toda la práctica que cosechó en los programas en los que hablaba sobre las parejas?

Creo que sí lo he aplicado, en el sentido que he vivido tanto tiempo viendo buenos y malos matrimonios. Ahora busco poner en práctica lo bueno. Eso también lo hacemos mi esposa y yo con las parejas. En estos tres años hemos tenido el gusto de compartir nuestras experiencias con muchos.

¿Alberto también comparte los quehaceres en el hogar?

Siempre he lavado platos, desde que era niño. Pero mi esposa casi nunca me deja. Ella hace casi todo, pero yo siempre trato de ayudarla. Siempre he sido muy ordenado, así que eso no ha sido difícil.

No es lo mismo ocupar el salario en uno que en cuatro, ¿cómo se ha ordenado?

Vivimos una vida sencilla y no tenemos lujos. Gracias a Dios nunca he sido una persona de lujos. De hecho, mi padre era ingeniero y en mi casa tuvimos todo, pero siempre aprendí de mis papás a vivir con lo necesario. Mi esposa también es una mujer sencilla. Disfrutamos las cosas bellas de la vida, sin necesitar mucho. El sacerdote siempre tiene un salario básico para sus necesidades. Vivir con lo que uno tiene –y no endeudarse –es lo importante.

¿Cuántos pequeñitos le gustaría tener en la familia?

¿Quieren más? Yo creo que con nuestro hijo Christian de 17, Camila de 15 meses y ahora con el varón (al que esperan en junio), ya estamos listos. Pero que sea lo que Dios quiera.

¿Ya es experto en fábulas?

Vemos mucho la televisión pública, que es muy instructiva y bastante buena en Estados Unidos. También leemos mucho con la niña. A Camila le encanta “El Chavo del 8”, se ríe y baila con la música del programa. Ese programa es clásico y queremos que nuestra hija conozca todo lo mejor de nuestra cultura y raíces.

¿Qué preocupaciones tiene como papá, Alberto?

Mi esposa y yo queremos la mejor educación para nuestros hijos. Christian está en un colegio formidable y deseamos que los pequeños también puedan estar en un programa educativo bueno.

Experto cambiando pañales

Cuando Alberto habla de su hermosa Camila transmite una emoción que él asegura es “una gran bendición”. “Mi esposa y yo lloramos juntos en el momento de su nacimiento. Cada día nos parece más bella”, le dijo a Al Día.

Está agradecido por este regalo de Dios, pues nunca pensó tener el privilegio de ser papá biológico además de padre espiritual.

Y claro, nos confesó que ayuda a su esposa Ruhama con el cambio de pañales y hasta a bañar a su bebita cuando puede.

Disfruta de un buen partido de fútbol y hasta del rock

“Un hombre que es esposo, padre, sacerdote y feliz”, así se define hoy a sus 42 años Alberto Cutié, quien agrega a nuestra pregunta, “aspiro a ser un buen cristiano, no es fácil realmente seguir a Cristo. El que te diga que lo es, todavía no se ha mirado muy bien al espejo, la conversión es un proceso de toda la vida”.

Él es uno más de los 200 millones de usuarios de Twitter, una herramienta que dice es como una bendición para los comunicadores, algo que deben hacer con certeza los sacerdotes, afirmó. “Es una manera rápida para enterarse de las noticias a nivel mundial, otra gran pasión mía”.

Su día empieza tempranito y con una oración. Luego de desayunar lleva a Christian (hijo mayor de su esposa) al colegio y de ahí a su trabajo. “Muchas veces me toca dividir el día en dos, pues tenemos compromisos en la parroquia por las noches; misas, cursos, reuniones. Casi siempre nos acostamos temprano”.

Con su esposa comparte el gusto por la lectura, los programas familiares y cuando las abuelas cuidan a la bebita aprovechan para disfrutar de buenas películas. “Somos amantes de todo tipo de música, de hecho, mi esposa y yo escuchamos música casi todos los días y nos gustan los géneros latinos, música clásica, rock y la música romántica”, contó entusiasmado.

Dice que su personalidad alegre es la que lo ha acompañado toda la vida y hoy asegura ser más libre y bohemio que en el pasado. Prefiere los pocos...pero buenos amigos. “Una de las cosas que se aprende en la vida es que no todo el mundo sabe ser realmente “amigo”. Ese título no lo merecen todos”, anotó.

Tiene la rutina del ejercicio pero no lo suficiente, lo que la convierte en una meta futura. “La comida saludable es la especialidad de mi esposa, ya que ella sabe más que cualquier persona que yo haya conocido en mi vida sobre ese tema. Comemos saludable”.

Con certeza dice que nunca aceptaría un cargo político, pero sí le interesa el tema, pues cree que todos tenemos que contribuir a un mundo mejor. No le gustan los deportes organizados, pero sí un buen partido de fútbol o basquétbol. El football norteamericano lo encuentra aburrido.