Bryan “El Tiquito” Vásquez afirma sentirse en estos días ilusionado, asombrado y feliz, como un “chiquito de kinder”, al referirse al cúmulo de emociones que experiementa diariamente mientras entrena en el cuartel del doble excampeón mundial Roger Mayweather.
El monarca interino de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) está asentado en Las Vegas, Estados Unidos, donde afirma recibir eseñanzas y técnicas de boxeo en general que jamás en la vida hubiera imaginado que existían y, mucho menos, que le sirvieran para mejorar.
El mejor aprendizaje hasta ahora recibido es haber conocido que la tolerancia debe llevarla hasta límites insospechados.
Los entrenadores, al parecer, son inmisericordes cuando comete errores sobre directrices ya advertidas. “Algunas veces caigo en errores por descuido o simplemente por las limitaciones de no hablar inglés”, explicó.
Uno de los pasajes más duros es cuando hace “manopleo”. Una equivocación y el entrenador se le va encima a golpes, con toda rapidez y fuerza. “Es más”, agregó, “me asemejo a una esponja, todo lo absorbo”.
Hanna Gabriels, su novia y campeona mundial de las 154 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), le sirve de traductora cuando puede. Ella continúa con su proceso de recuperación después de que se le colocara un disco intervertebral artificial en su columna. Ya puede correr alrededor de 40 minutos seguidos, pero aún no puede golpear.
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