Guardiola dirigirá mañana su último partido oficial con el Barcelona

Barcelona/EFE. -El viernes 25 de mayo de 2012 hace tiempo que lo marcó en rojo en el calendario. Sobre todo, después de constatar que dar caza al Real Madrid en la Liga era misión imposible y que la opción de reeditar el título de “Champions” se había esfumado en una aciaga semifinal ante el ultradefensivo Chelsea.

Pep Guardiola dirigirá mañana su último partido oficial con el Barcelona y sabe que, además del encuentro de su despedida, será también su última final, la que le dará la oportunidad de engordar aun más su currículum y poner el broche de oro a su exitoso paso por el banquillo azulgrana.

El 14 de 19 pasa por Madrid y se juega en el Vicente Calderón. Porque Guardiola desea completar la etapa más gloriosa del Barça levantando un nuevo trofeo, el último, el decimocuarto de un total de diecinueve posibles, una cifra de entorchados descomunal que nadie en el mundo del fútbol ha logrado jamás en tan poco tiempo.

Además, el torneo copero es el único que el preparador catalán no tiene repetido en su palmarés. Ha ganado tres Ligas, dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y tres Supercopas de España, pero solo una Copa del Rey.

A la Copa corresponde la única final que Guardiola ha perdido como entrenador. La del año pasado en Mestalla ante el Real Madrid de Jose Mourinho.

Los jugadores azulgranas solo tienen en mente una cosa: despedir a su técnico brindándole el último triunfo y regalar a Pep el decimocuarto título en cuatro años. Como bien dijo Cesc, “sería un despedida espectacular”.

“Ojalá podamos irnos consiguiendo la Copa del Rey”, le siguió a su vez Andrés Iniesta.