Deportes
Jueves 24 de mayo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Guanaride tuvo un día lleno de melancolía

“Me salvó la vida”

Juan Diego Villarreal

jvillarreal@aldia.co.cr

Liberia, Guanacaste.- Los corazones palpitando de emoción, la frenética salida en busca del primer lugar en la etapa inaugural del Guanaride, dio paso ayer a la tristeza de un grupo de amigos que, en menos de 24 horas, vieron cómo uno de los suyos dejaba este mundo, mientras practicaba lo que más le gustaba: andar en su bicicleta de montaña.

Esta vez la melancolía y el dolor fue el compañero de los pedalistas que iniciaron la prueba de mountain bike en Liberia. No hubo lugar para la competencia. Esta vez la jornada fue casi recreativa, como homenaje a Alejandro Alvarado Castro, quien el martes perdió la vida mientras junto a 15 compañeros rodaban por la Interamericana norte.

Su mejor amigo, Albert Lang, con un raspón en su brazo derecho a la altura del codo, es fiel testigo del incidente de su amigo,. Se conocían desde hace 10 años y compartían salir a rodar con el grupo CRN2.

Ojos rojos, mirada perdida, por la mala noche y el llanto, se muestra firme junto a sus amigos. Cuando habla del momento trágico se le quiebra la voz y el dolor se hace incontenible.

“Se puede decir que él (Alvarado) me salvó la vida.

“Yo iba junto a él por la vía. No llovía. Estaba claro e íbamos en fila india. A unos 100 metros venían el resto de los compañeros. Cuando me percaté, venía un camión, lo golpeó a él primero y me empujó. Caí fuera de la carretera, pero Alejandro no corrió con la misma suerte y quedó en la carretera donde pasó el camión”, dijo, con dolor, Lang.

“Ha sido una noche larga. Hubo que ir al hospital, avisar a la familia. Veníamos con muchas ganas de participar, pero todo cambio, no podemos competir así”.

Lang, habló a sus colegas pedalistas y tras un minuto de silencio poco antes de las 8:30 a.m., antes de la partida, en el estadio Edgardo Baltodano se le brindó un homenaje póstumo

“Siempre apoyó al equipo, era una gran persona, muy buen deportista y la verdad, es muy duro vivir este momento, pero al menos falleció mientras practicaba el ciclismo, una de sus pasiones”.

No puede pasar

“En el ambiente se siente la tristeza”, dijo Adriana Quesada, esposa del ciclista Dax Jaikel, en una mañana oscura, con amenaza de lluvia, atípica de la pampa.

Quesada sabe lo que es sufrir, pues por la irresponsabilidad de un conductor, Dax, su esposo hace unos años perdió su pie derecho, aunque eso no ha evitado que siga compitiendo.

Erick Barrientos, organizador del evento dijo: “Esto no puede seguir así, las leyes deben cambiar para evitar tragedias y se debe respetar a los ciclistas”.