Andrey Amador confiesa que varió su metodología de entrenamiento y bajó al menos cuatro kilos de peso desde que es profesional.
Hoy recoge los frutos, aunque reconoce no saber lo que es capaz de hacer.
Aquí un estracto de una entrevista que concedió el domingo, minutos después de haber acabado en el vigésimo noveno lugar del Giro de Italia y mostrarse en la élite del ciclismo mundial.
- ¿Está sorprendido con su nivel?
Vine con el objetivo de ganar una etapa, siempre lo dije, pero mi compañero de equipo Marzio (Bruseghin) me dijo que estoy bien. A veces no me doy cuenta de en lo que ando. Y no me lo dice cualquiera, es un corredor con 15 años de experiencia, que conoce y me llena de orgullo.
- ¿Le dio alguna indicación durante la competencia?
En la etapa que gané, en la escapada, cuando ya estaba hecha, me dijo que si me iba solo y tenía fuerzas nadie se me iba a pegar. Y así fue, arranqué y nadie se vino.
- ¿Qué debió cambiar en su preparación para llegar a este nivel?
La forma de prepararme. Ahora son prácticas más específicas, antes eran de sensaciones. Es decir, entrenaba cinco horas y si estaba muy cansado, al otro día no entrenaba.
- ¿Y ahora sí lo hace?
Claro, el que entrena a pura sensación le salen mal las cosas. Hay que tener un programa, es como una carrera de tres semanas, donde el que está cansado no descansa. Este tipo de entrenamiento da esa continuidad.
-¿Qué otro aspecto ha mejorado?
El tema del peso. Tengo casi cuatro kilos menos que en años anteriores, he perdido grasa pero trato de no perder musculatura. Soy un ciclista con tres años en profesional y no me conozco bien. No sé cuáles son mis límites y quiero trabajar, cambiar las cosas, ver cuál puede ser mi ubicación dentro del equipo.
- ¿Qué sensación le deja el Giro de Italia a usted?
Estoy satisfecho. He dado el salto que quería... un triunfo como profesional. También he estado bastante regular en todas las etapas, fui tercero en una y lo intenté en las últimas dos.
- Y en montaña, que no es lo suyo...
Aún sabiendo que no soy escalador, sabiendo que soy de fugas y que para eso debo estar en buen nivel y poder sostenerme. En estos días (los últimos) hemos salido subiendo, y las fugas casi se hacen por fuerza.
- Cuando llegó de tercero, ¿en algún momento sintió que pudo ganar la carrera?
Sí, fue error mío, hablando luego con el director, dijo que es parte de la inexperiencia, tenía que ir y dudé. Estaba a la expectativa de corredores como Casar, que siempre gana las escapadas, era como la guía, es un ciclista de muchos años.
- ¿En qué falló?
Pude arrancar antes, ganó el que menos fuerte iba, sabía que lo tenía que intentar de lejos, me traté de venir solo pero me alcanzó Casar y ya no pude. Cuando veníamos seis o siete ciclistas ya es como una lotería. A veces ataca el más débil y gana porque los fuertes se van vigilando. Y no lo hice.
- ¿Quedó con la espinita?
Sí, sabía que la mejor manera de ganar era llegando solo. Y sí quedé con la espinita porque es difícil volver a tener esa posibilidad, agarrar la escapada, ir fuerte, son circunstancias sencillas, pero que no siempre se dan.
- ¿Y cómo fue el triunfo?
Luego de la cuesta de casi 30 kilómetros, me salvó mucho estar con el director José Luis Arrieta, con quince años de profesional. Me dijo la forma como lo tenía que hacer, sin perder la paciencia. A veces uno le da con todo y a los cinco kilómetros está sin fuerzas. No tuve problema que me alcanzaran, estaba fuerte y conocía la meta, que picaba hacia arriba y se me dio al final.
EL EXPERTO
Empieza a escribir historia
Juan Carlos Zarzosa, TDN, para Al Día
Es un ciclista de puro pundonor, especialista en descenso, fue impresionante verlo bajar el día que ganó. Debe emparejas algunos puntos que le faltan , pero entiendo su posición dentro del equipo Movistar. Se tiene que acomodar al grupo pero ha demostrado que está para más , siempre se mostró al frente y muy combativo.
Me parece que está en el camino adecuado, viene con un progreso impresionante y no veo que se marquen grandes diferencias con otros ciclistas de élite. Pero al estar en un equipo como Movistar, es complicado que ascienda, con españoles tan fuertes. A lo mejor si brinca a otro equipo , quizás el Androni Giocattoli que combina italianos con venezolanos, veríamos hasta dónde es capaz de llegar.
Lo que hace en el Giro no es casualidad, viendo su palmarés y lo que viene haciendo, es una consecuencia lógica. Ganó una etapa y mantuvo un alto nivel.
Andrey comienza a escribir su historia, pero le falta detallar puntos, como su posición aerodinámica , soportar las etapas donde el paso es fuerte, es decir, cuando los pasistas llevan el peso, porque vimos que en montaña no sufre y las “cronos”.
Creo que de los corredores latinos, fue el más importante, pese a Rigo Urán y Sergio Haedo.
Sin bien es cierto, ellos quedaron mejor ubicados, son casos diferentes, esperan las etapas donde atacar y no colaboran con Cavendish, estaban más descansados. Andrey fue más agresivo, y apoyó a todo el equipo y hoy por hoy, considero que es el latino de mejor desempeño.
Ya con el Tour de Francia del año pasado había demostrado que si las cosas no están con él, no se baja de la bicicleta fácilmente, busca permanecer en carrera.
