Deportes
Jueves 31 de mayo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Director deportivo del Movistar

Eusebio Unzúe: “ese chaval era especial”

Steven Mora, enviado de yashinquesada.com, especial para Al Día

redaccion@aldia.co.cr

Por sus manos han pasado grandes campeones españoles del ciclismo mundial.

Eusebio Unzúe, director deportivo del equipo Movistar, tiene muy claro qué busca en los integrantes del equipo telefónico.

Es por eso que al ver aquel “chaval” de Costa Rica que llegó solo en busca de un sueño, pronto le convenció para formar parte de su extensa planilla.

Andrey Amador está bajo la sombra de Unzúe, quien en diálogo franco, analizó al tico y su actuación en el Giro de Italia donde ganó la etapa 14, fue tercero en la 12, tercero en premios de montaña y 29 en la general.

Amador está en el ojo de los aficionados, pero para el director deportivo es un “crío” con porvenir que durante la prueba italiana demostró de qué está hecho y solo le falta la madurez que dan los años en el pelotón internacional.

- ¿Qué puede decir de Andrey Amador?

Por esas cosas de la vida llegó a España hace seis años a mi ciudad Pamplona y bueno, tuve la oportunidad de conocerlo su valía donde apuntaba las cosas acababa de hacer con 19 años recién cumplidos.

- ¿Usted tuvo a su mando corredores campeones como Miguel Induráin, Pedro “Perico Delgado”, campeones del Tour y La Vuelta a España Qué le llamó la atención del joven tico de 19 años?

El talento no se le pone nombre, simplemente lo ves. Ese chaval (Amador) tenía algo hace cosas que no son normales, pero había que tenerle paciencia esperar que madure. Como dije, el talento lo traía al nacer, pero había que perfeccionarlo, afinar algunos detalles. Sabes que hace cosas excepcionales, por lo que había que abonarlo, tenía ese carácter especial, pero había que guiarlo, hacerlo ver que debía cuidarse y que el triunfo no llega por el camino más fácil, hay más cosas que solo ir rápido en la bicicleta.

- ¿Amador le agradeció porque le tuvo paciencia en algunos momentos en el equipo?

Es parte de mis obligaciones ponerle atención a un crío (joven) hay que ayudarlo tener disposición porque es joven, y por su edad, le gusta divertirse como todo muchacho de su época, pero debe aprender a ser profesional a crecer como profesional y descubrir que para lograr sus metas se debe trabajar. Con 25 años debe tener claro que hay que cuidarse y después de los 36 tendrá tiempo para divertirse. En lo personal también valoramos que un chaval con 19 años se venga desde su patria a cumplir su sueño.

- ¿Cuál ha sido el aprendizaje de Andrey en el equipo?

Creo que ha tenido sensaciones muy fuertes que le han favorecido, pero también gran parte de su victoria se debe al uso de la tecnología como corredor, lo cual le facilitó hacer un buen trabajo y desarrollarse plenamente. Gran culpa del éxito de ganar la etapa con la ayuda de las computadoras, cuando él conoció cuáles eran sus “watts” sobre su bicicleta, esas sensaciones iban de la mano con la tecnología, lo cual le dio seguridad para afrontar ese último momento de la competencia. Sabía lo que podía dar, hasta dónde podía llegar y ese comportamiento se reflejó en la carrera.

- ¿En la fuga donde quedó tercero qué le faltó para ganar? ¿Qué aprendió aquel día?

Creo que primero descubrió que pudo haber ganado. Sus reflexiones así lo demuestran y por eso no quedó conforme con lo que pasó en la carrera. Pese a todo es claro que lo hizo muy bien (la competencia) pudo asimilar la situación de carrera, a veces en este tipo de competencias también hay que tener fortuna y me parece que ese día no lo tuvo, por algunas circunstancias que se le dieron. Es cierto no ganó, pero no hay nada que achacarle, lo pudo hacer mejor, él mismo lo descubrió de esa manera y se reflejó en las demás etapas. Fue un aprendizaje para él.

- ¿Qué sigue para Amador después de lo hecho en el Giro de Italia? ¿Cuál puede ser su progresión en el pelotón?

Actualmente demostró que está en una forma magnífica. Es un “hombre virgen” si se quiere en el hecho de resultados, que debe descubrir cosas nuevas, ver de qué es capaz en una competencia. Es claro que tiene temple, así lo demostró luego de quedar tercero en una etapas y volver a intentarlo nuevamente para ganar una de las jornadas. Su asimilación fue fantástica y esos detalles van forjando un molde que hace de Andrey un “pedazo” de corredor que poco a poco irá mejorando, porque sí demostró en 21 etapas en el Giro de lo que es capaz de hacer. Es claro que este chaval irá progresando aún más.