Lady Gaga no había llegado a Costa Rica y aun así estaba tan presente en el Estadio Nacional, como nunca antes.
Ella habitaba en los corazones de los incondicionales fanáticos que se apostaron ayer desde tempranas horas en los alrededores de La Sabana.
La cantante se presenta hoy a las 8 p.m. por primera vez en el país. Los presentes no superaban los 23 años, muchos incluso eran menores de edad.
Todos añoraban con tener a su ídolo de frente y fusionarse con ella en un solo abrazo. Al rato, un afortunado sería elegido para que ella lo subiera a su castillo.
Ellos sabían que los más locos y las más locas por la artista serían premiados con estar en el “Monster Pit”, un área especial al puro frente de la tarima. Tan cerca, como a un par de suspiros de la “Mother Monster ” (Madre monstruo, como se le conoce).
“La gente más fiebre siempre es elegida para estar en el ‘Monster Pit’. Yo fui uno de los primeros en llegar y me muero por estar ahí. Lo malo es que la producción nos dijo que era prohibido acampar, así que montamos una lista, para que mañana (hoy) nadie nos quite los lugares”, contó Roberto Hidalgo, quien llegó desde Grecia con su amigo Guido Matamoros.
Copias de Gaga
La gran mayoría de jóvenes que estuvo ayer en el Nacional tenía la sana intención de vestirse igual que Gaga con trajes de loca fantasía.
“No se imagina como voy a venir al concierto”, confesó Gerardo Carranza, un joven de Cartago. “Vendré con una réplica exacta de uno de los trajes que Lady usó en el Sydney Monster Hall en Australia. Yo lo pagué a confeccionar y me costó ¢80 mil”, añadió.
Carranza explicó que es un enterizo, adornado con pedrería y ceñido al cuerpo.
Su mejor amigo, Diego Burke, de 19 años, manifestó que su traje sería igual de espectacular y confesó que es uno de los más fieles seguidores de Gaga.
“Vengo con plataformas, con peluca y accesorios”, contó.
Burke todavía no se lo cree, que dentro de pocas horas estaría al frente de ella.
“Cuando supe que Lady Gaga cantaría en el país ¡Simplemente casi me muero! Yo la amo, soy seguidor de ella desde que empezó. Me gusta su música, sus letras, todo ella, desde su forma loca y extrovertida de ser”, afirmó.
Entre el grupo estaba también las gemelas Daniela y María Paula Zerouni, de 15 años quienes llegaron, increíblemente, equipadas con todo lo que se necesitaba para acampar en La Sabana.
“Mi mamá nos dio permiso para faltar dos días al colegio. Es que ella sabe que para mí es lo máximo. Lo he esperado por años de años”, contó Daniela.
Ellas también elaboraron un traje, con sus propias manos.
“Es un leotardo con cadenas y una jacket de cuero. No gastamos mucho, porque todo los compramos en una tienda de ropa americana”, explicó María Paula.
Ella contó que en su maletín traína cobijas, agua, comida y una almohada.
Mientras los fans estaban llenos de emoción, cientos de trabajadores terminaban la tarima. A las 12 m.d. todavía no estaba listo el castillo.
