Se sacó toda la rabia

Hermes Solano Rodríguez

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Alajuela. - Le volvieron a dar el chance como estelar después de varios encuentros en el olvido.

Y aunque parecía un partido de esos en que al final se marcharía con un sinsabor de boca, Diego Calvo dio en el clavo en la segunda parte para definir la victoria de Alajuelense sobre Santos.

Esa anotación fue una revancha para el joven manudo, quien en el primer tiempo se “comió” lo que parecía un gol cantado, después de un gran servicio de Álvaro Sánchez, que lo puso en el área con el marco de frente, pero su remate se fue a las nubes.

Por eso en el gol se sacó toda la rabia y lo gritó con todo.

“Son las oportunidades que uno no puede dejar ir, pero son experiencias, por dicha me quedó la del gol y la pude concretar”, aseguró el futbolista, reconociendo lo mal que le pegó a la primer opción que tuvo y que le costó digerir los minutos siguientes.

“Tuve una que me costó, no la definí y después me mentalicé en que la que me quedara la iba a meter”, aseguró.

Pablo Gabas y el mismo Sánchez estuvieron alentándolo después del fallo, para que no perdiera la concentración.

Calvo ha tenido la confianza de Óscar Ramírez, pero ya sumaba varios juegos de estar en la banca o incluso en la grada.

“Es duro a veces no estar en el campo desde el inicio, pero me dieron la confianza y supe aprovecharla de buena manera”.

Problemas de definición

No solo Calvo pecó ayer en definición en el cuadro alajuelense. Su compañero Juan Gabriel Guzmán también se llevó las manos a la cabeza al fallar otra de esas opciones que parece más difícil botarla que anotarla.

Un pase de esos de “la muerte” de Álvaro Sánchez se lo encontró sin marca en el área; Guzmán le dio de seguido y la mandó por fuera, con todo el panorama limpio para una mejor jugada.

Otro que falló fue Pablo Gabas, su remate pasó tan cerca que en las gradas la gente gritó gol.