El Santos tiene un manual con las instrucciones de cómo poner a temblar al “Monstruo” morado, y hacerlo doblar rodilla en el Nacional.
Anoche quedó de manifiesto una vez más; siguió al pie de la letra cada una de las indicaciones, le dio una lección y lo dejó tendido sobre esa gramilla natural.
Mucho se habló en la semana de que los morados se cobrarían revancha por lo ocurrido el pasado 5 de mayo, cuando los propios santistas le apagaron la ilusión a la “S” de llegar a la final del certamen pasado, de golpe.
Y es que bien dicen: “el que no quiere caldo, dos tazas”, porque ayer la historia se repitió.
El técnico César Eduardo Méndez se sacó del bolsillo la receta para el resultado final; un 0-2.
Paso 1. Los guapileños le prestaron la bola a Saprissa para que hiciera ese juego de “chiqui, chiqui” muy inofensivo, excesivamente elaborado que lejos de marear al rival y alegrar al público, a este último lo adormece y a ellos los confunde, porque carece de profundidad y no hace ningún tipo de daño.
Paso 2. Concentración y plantarse bien ordenados del mediocampo hacia atrás, hacer un buen bloque, tapar la subida de los laterales tibaseños y con rompimientos rápidos contragolpear de manera punzante, generando no solo peligro, sino, crear también inestabilidad en la zaga saprissista, en la que ni con permiso tenían que pedir.
Paso 3. Que el delantero Cristian Lagos le abombe las redes al arquero Víctor Bolívar, no solo una vez como en mayo pasado, sino dos, para que se coloque como el máximo cañonero del torneo con ocho tantos.
Paso 4. Impedir que luego de pegarle dos bofetadas a los morados y que estos se les vinieran encima con todo, heridos, pudieran sacudirse y acortarles distancia (así lo hicieron).
Paso 5. Meter el partido en el congelador, tocar el balón de lado a lado, comenzar a escondérselo, sin perder de vista buscar dar el golpe de gracia.
En resumen, bien por Santos que jugó sin complejos, ojalá, no sea flor de un día. Pésimo por Saprissa que sigue con inconstancia, cayó y de paso cedió el liderato, siempre y cuando la Liga y Herediano aprovechen su revés.
