Clara Rojas Exrehén de las Farc

Clara se toca para sentir que es cierto

La colombiana comparte con los lectores de Al Día cuáles son sus planes tras seis años de cautiverio

Aún caliente en las calles de Bogotá y del mundo el clamor de millones de personas contra las FARC y los secuestros, Clara Rojas, recién liberada tras seis años de cautiverio, habló con Al Día.

La localizamos por teléfono el martes 5 de febrero y la hallamos llena de sensaciones frente al mundo al que se enfrenta luego de salir de las selvas colombianas.

Quiere rehacer su vida, la de su hijo Emmanuel y la de su familia. Y hasta piensa, quien quita un quite, en tocar tierra por Costa Rica.

A continuación, un extracto de la conversación con esta reportera.

¿Asimila su libertad?

Me siento muy feliz de volver a reunirme con mi familia. Compartir con mi hijo, todos estos días ha sido maravilloso, pero todavía lo sigo digiriendo porque me siguen pasando cosas tan espectaculares que me toca como tocar el piso para saber que no sueño.

¿Cómo ha sido el reencuentro con su hijo Emmanuel?

La respuesta del niño es fascinante. Ahorita lo siento muy mío; ya se siente adaptado en sus cosas. Opina, ya me dice que quiere ir a jugar y hasta tiene una vecinita con la que le gusta estar. Está como muy personita.

Cuando tengo que atender algo y no veo necesario llevarlo, él me abraza y me dice ¡Ay! mami yo te quiero acompañar, y eso me encanta tan solo por el hecho de poder estar juntitos.

¿Emmanuel se adapta bien?

Está en mejor situación de la que esperaba. Realmente el Instituto de Bienestar Familiar hizo un trabajo muy cuidadoso porque se dedicaron a explicarle quién era yo, quién era mi familia y cómo iba a ser ese proceso de reencuentro.

¿Y usted?

He estado muy movida por todo lo que debo atender. Por un lado esa adaptación es estimulante por la gente que vuelvo a ver, pero por el otro, las 24 horas no me alcanzan y termino acostándome tardísimo. Hoy me pasó algo chistoso. En un ratico que iba en el carro me dormí y cuando me dijeron “llegamos” abrí los ojos y no reconocí dónde estaba. Las cosas pasan tan rápido que hay que tomarlo con más calma.

¿Volverá a la política?

Por ahora no he pensado en hacerlo. Quiero concentrarme en mi familia y mi hijo. Quiero tener en un primer lugar a Emmanuel y enfocar mis actividades en torno a él. Ahorita también tengo que pensar dónde va a estudiar; entonces si hago un trabajo pues que de pronto sea de medio tiempo para no desconectarme de mis cosas y tampoco desatenderlo.

¿Pensó en algo?

También he estado muy vinculada al medio académico y a algunas investigaciones. Quiero algo que no me abstraiga de mi función de madre, quisiera ver cómo lo puedo combinar y lograr pasar el mayor tiempo tanto con mi mamá como mi hijo.

¿Escribirá su biografía?

Es posible. Me gustaría un poquito como asimilar lo que he vivido; también tomar un poquito de distancia porque indudablemente sí hay algunas heridas. Entonces no quisiera tomarlas a rajatabla, quisiera analizarlas y reflexionarlas, por eso es posible que más adelante lo haga.

¿Cómo encuentra el mundo?

–Ríe antes de hablar–. Pues ha habido cambios en todo. Le cuento que en el avión vi cosas que para mí son novedosas. Creo que hay una labor de actualización tecnológica que tendré que hacer.

Ahora que está en Colombia, ¿vive con algún temor o no?

La verdad me he sentido bien. Estoy con un sentimiento desprevenido, como si viajara a Costa Rica. Voy con una actitud abierta. No me pregunte cómo ni por qué la tengo. De pronto era porque quería tanto volver a estar en mi ciudad y con mi familia. Quería volver a tener una vida normal, quizá eso me ha permitido afrontar la vida como viene y no he hecho mucho caso a temores.

¿Vivirá en Colombia?

Sí me gustaría, pero veo que se me han abierto algunas posibilidades en el exterior. Por ahora lo que quiero es terminar de realizarme a mí, a mi hijo y mi madre varios exámenes médicos. Luego tomaré un descanso. Ahí sí alejada de Bogotá y en un climita más de vacaciones.

¿Costa Rica sería ideal?

Sí... sé que Costa Rica es lindo. Parece que hay muchas afinidades entre ambos países. Quien quita que pueda pasarme por allá.