Isaac Lobo

Queridos por muchos, satanizados por otros, los desfiles de ropa íntima en bares han sido motivo de discusión por mucho tiempo, desde que aparecieron hace unos cuatro años.

Las modelos que los siguen haciendo lo ven como un trabajo más y recalcan que es muy bien pagado; otras que lo hicieron algunas vez comentan que nunca más desfilarían en ropa íntima en medio de hombres tomando licor.

Karen Brenes es una de las pioneras y lo sigue haciendo, de hecho le va tan bien que ahora aparte de ser la protagonista, los organiza. Su ganancias son tan buenas que hasta incorporó a su hermana Rossy.

Otras de las chicas que se atreven a desfilar en medio de una multitud en un bar son Marcela Negrini, Jocelyn Porras, Alejandra Jiménez, Laura Méndez, Johanna Ramírez, Evelyn González, Cirene Fernández, Diana Montero y Raquel Montoya.

“Yo lo veo como un trabajo más, uno muy bueno, porque se gana más que en todo un día como modelo de piso”, explica Karen Brenes.

Brenes tiene tan buenas ganancias que al mes se gasta ¢400 mil en lencería, para no estar repitiendo.

“Tengo varias gavetas de mi armario llenas de sostenes e hilos, unos para modelar y otros míos, es una inversión muy grande, para no repetirse”, explica.

En el caso de la modelo Alexandra Núñez no hay dinero que valga, pues lo hizo unas cuatro veces y sintió que no era lo suyo.

“Hacer una pasarela en medio de hombres que están tomando licor me parece imprudente, mal visto, pues lo menos que miran es la ropa, lo ven a uno como un pedazo de carne y eso no me gustó, sin embargo respeto a las modelos que se atreven a hacerlo”, aseguró Núñez.

Los desfiles de este tipo han cambiado con el tiempo, desde su aparición hace cuatro años, cuando solo se daban con el patrocinio de una marca como Bésame.

Ahora todos saben que la moda no es el motor, eso queda para presentar la nueva colección en un hotel o un evento privado.

Otras de las características es que cada chica lleva su propia ropa, no importa la marca y cuánto le haya costado, porque aquí lo importante es la mujer, lo que lleva puesto es apenas un complemento, por eso se le ha criticado mucho.

“Por supuesto que la gente no llega a ver la ropa, vienen a ver a las muchachas, es por eso que nosotros buscamos siempre a las mejores y a las que tengan mejor cuerpo”, manifestó William Giralt, copropietario del Casa Zeller, sitio que organiza desfiles cada cuatro meses.

En ese centro nocturno se llevó a cabo uno el 17 de abril, en el que participaron Cristina Cháves, Geovanna Ramírez, Diana Montero, Francini, Karen Brenes, Gabriela Morales, Hellen Morales y Laura Acosta.

“Antes las caminatas sobre la pasarela eran sencillas, las muchachas salían y ya, ahora se pretende que sea todo un espectáculo, con música, disfraces y animación”, comenta Giralt.

Para el empresario esto es un “show” muy caro, por eso es que se realiza cada cierto tiempo.

“Es muy muy caro, pero muy rentable, si se sabe hacer bien”.

Siguen en hilo

Próximo desfile

Casa Zeller celebrará su aniversario el próximo 19 de junio con ocho modelos. www.casazeller.com

Seguridad

Ahora se le pide a los asistentes que lo vean de pie y sin decir vulgaridades ni tocar a las muchachas, o los echan del bar.