Neyssa Calvo Achoy
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Tras su paso por el programa “Latin American Idol”, en Argentina, Eduardo Aguirre dejó el nombre de Costa Rica en alto. A poco más de una semana de la gran final siente que no es el mismo que partió de su querida Esparza dos meses atrás en ruta a esa aventura.

En ese tiempo, reafirmó aún más su deseo de convertirse en un artista y sabe que para alcanzar la meta hay que luchar.

A pesar de no adueñarse del primer lugar se siente satisfecho y agradecido con la gente que lo apoyó hasta el último momento.

Su mayor fortaleza, dice que es “aprender de sus errores y seguir adelante pese a los obstáculos”.

La música siempre ha sido parte de su vida e incluso recuerda que desde muy chico se la pasaba cantando en su casa.

En Esparza hay quienes pueden dar fe también de haberlo visto con trompeta en mano desfilando por sus calles un 15 de setiembre. Un instrumento que aprendió a tocar desde los 9 años.

Los ticos empezaron a conocer al esparzano y su sueño en la pantalla chica cuando participó en el programa “Cantando por un Sueño”, de canal 7.

En esa ocasión, Eduardo Aguirre salió regañado por algunos miembros del jurado tras expresar su sentir. A pesar de ello, el porteño defendió su posición y aseguró no ser un perdedor pese a no ganar.

Y es que este joven de tan solo 19 años está convencido de que estar sobre el escenario es lo suyo.

“Hago música porque me nace, no me interesa la fama. Eso sí, no quiero ser un artista al que la gente le tenga miedo de acercarse”, enfatizó el esparzano.

Agregó que tan sólo sueña con ganarse un suspiro de alguien a quien le guste su canto.

No es necesario ser mago para darse cuenta de que Eduardo es un enamorado e incluso confiesa que su mayor debilidad son las mujeres, en especial las ticas por su belleza natural.

No tiene novia, pero planea encontrar pareja el año entrante, comentó entre risas.

¿Qué le atrae de una mujer? Fue rápido al responder: la mirada, que sea divertida, le encante reír y lo haga sentir bien.

Y es que si algo caracteriza a este chico es su gran talento para verse feliz y positivo. Algo que quiere inyectar en su público cuando canta.

Sus raíces

Para Eduardo hay cosas fundamentales que definen el secreto del éxito: la familia, tener humildad para aceptar lo que se presenta y saber dónde están sus raíces.

Uno de sus grandes tesoros es su familia, la que desde pequeño le ha inculcado valores y enseñado que para llegar a la cima hay que trabajar.

“Soy quien soy, gracias a ellos. Me crié con mis abuelos porque mi mamá tenía que ir a trabajar y siempre me rodearon de grandes ejemplos”, enfatizó Eduardo.

El estar lejos de su gente durante los dos meses que permaneció en Argentina, también le demostró lo valiosa que es su cercanía.

“Ya quería regresar para estar con ellos. Ahora lo que queda es disfrutar de estos días navideños en casa”, recalcó el artista.

Además de recargar baterías para empezar el Año Nuevo con energía positiva y buen humor.

Pie derecho

Desde ya piensa en concretar su deseo de grabar un disco y viajar a México para dar a conocer su talento musical.