Felipe Arrieta Sánchez
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Los caballeros los extrañaremos por su habilidad dentro de la cancha y las damas por sus atributos físicos, pues por una u otra razón grandes figuras del fútbol no brillarán en este Mundial de Sudáfrica.

David Beckham es sin lugar a dudas la baja más sensible, en especial para las mujeres, aunque el inglés dirá presente en la Copa del Mundo como asistente de su selección.

Beckham, rompió con todos los estereotipos y se ha convertido en más que uno de los mejores jugadores del orbe.

El “Spice Boy” es todo un ícono en la moda, los mejores diseñadores se lo pelean porque saben que su imagen marca tendencia.

Su matrimonio con la “Spice Girl” Victoria Beckham, en 1999, fue el despegue del inglés como estrella extra deportiva.

Desde entonces sus apariciones en diferentes alfombras rojas han sido cada vez más constantes.

Entre sus amigos cercanos se encuentra el actor Tom Cruise, quien en varias ocaciones le ha aconsejado que deje el fútbol y se dedique a la actuación.

Sus continuos cambios de imagen en un principio eran criticados por muchos, porque rompía con la imagen del futbolista machista y hasta descuidado en su apariencia física.

Ahora es reconocido como difusor de tendencias de moda masculina, al cual los varones no temen seguir.

Ha participado en exitosas campañas publicitarias de marcas como Pepsi, Gillette, Armani, Adidas y entre muchas.

El mediocampista a explotado tanto su imagen que sus ganancias gracias a ella alcanzan los $40 millones por temporada.

Beckham por todo esto, pasará a la historia del fútbol como el primer jugador que se convirtió en ícono de la moda.