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Soldados estadounidenses examinan el lugar donde ayer explotó un coche bomba ante un centro de reclutamiento del nuevo Ejército iraquí en el centro de Bagdad. EFE
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Carnicería en Bagdad
Bagdad/AP. Un conductor suicida detonó ayer su vehículo lleno de explosivos ante un centro de reclutamiento del ejército en el centro de Bagdad, dejando por lo menos 47 muertos.
Este fue el segundo atentado suicida en dos días contra iraquíes que cooperan con la ocupación estadounidense, luego de un ataque el martes con un camión-bomba contra una estación de policía en el sur de Bagdad, que dejó 53 muertos y varios heridos, entre ellos iraquíes que buscaban empleo.
La explosión del martes en el cuartel fue al menos el noveno atentado con un vehículo bomba en Iraq este año.
El acto es posterior a las advertencias de funcionarios de las fuerzas de ocupación, de que los rebeldes incrementarían sus acciones contra los iraquíes que colaboran con los extranjeros, especialmente antes de la planeada entrega del mando del país a un gobierno provisional iraquí el 30 de junio.
El general de brigada Mark Kimmitt, jefe de operaciones militares en Bagdad, recordó en una entrevista por correo electrónico con The Associated Press, que “hemos señalado varias veces que en el camino hacia la gobernabilidad podría haber un pico de violencia”.
La explosión a las 7:05 horas locales se produjo en medio de cientos de voluntarios que esperaban enrolarse en el ejército, en un centro a menos de dos kilómetros de la zona en que la ocupación estadounidense tiene sus cuarteles.
Un hombre al volante de un Oldsmobile Cutlass Sierra blanco modelo 1991, detonó entre 135 y 225 kilos de explosivos, según fuentes oficiales.
Los restos calcinados del vehículo quedaron regados por el camino ante el centro, mientras soldados y agentes investigadores, bajo una lluvia intensa, buscaban indicios en el lugar de los hechos.
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