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El arquero Donis Escober salva a Honduras en esta acción contra Costa Rica, pero de nada le valdría. Foto Manuel VEGA, enviado Grupo Nación
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¡Culpable!
Prensa hondureña critica al portero Escober
Tegucigalpa / AFP. La prensa hondureña responsabilizó ayer a su portero Donis Escober de la derrota 0-2 ante Costa Rica al cierre de la eliminatoria hacia Atenas 2004.
“Cocina-dos”, titula el diario La Tribuna en alusión al primer gol en el que un tiro suave del costarricense José Luis López pasó por la “cocina” (entre las piernas) al guardameta hondureño.
“Qué dolió, dolió. Ese balonazo de López que se fue entre las piernas de Escober, resultó durísimo. Costa Rica no hizo mucho, sólo lo necesario. El rival se metió en su cancha y aprovechó lo que tuvo al pie”, agrega el rotativo.
“Fácil, jugamos como nunca y perdimos como siempre. Y eso también duele. Eso es algo que se ha vuelto costumbre”, deplora el periódico.
Durante el partido los aficionados mexicanos gritaron “miedo, miedo, miedo” cada vez que el portero catracho daba muestras de estar lesionado, tirándose al piso.
Fuentes de la delegación hondureña señalaron ayer a la prensa que el cuidavallas estaba agobiado en el hotel de concentración en Guadajara.
“Otra vez Donis Escober. El portero hondureño demostró nuevamente que le quedan grandes los partidos decisivos, esos juegos en los que se necesita gente con el temple y que no se sientan cohibidos ante la presión que representa jugar este tipo de partidos”, anota La Prensa.
“La descalificación de Honduras tiene nombre y apellido, se llama Donis Salatiel Escober. Ayer en el estadio Jalisco la bicolor perdió 2-0 y el primer gol fue culpa de un arquero que no tiene la casta de campeón, esa que le falta en partidos de esta categoría”, subraya el periódico.
Según La Prensa, “después de ese regalo Honduras no se encontró dentro del campo, esa anotación de López produjo un impacto sicológico en el resto del plantel que nunca pudo reponerse ante la adversidad”.
“Adiós Grecia, gracias muchachos porque demostraron durante el partido que querían llegar a los Juegos Olímpicos, pero que fueron arrastrados por un portero al que en partidos importantes tanto con la camisa de su equipo (Olimpia) como la de la Selección Nacional, le pesa y que tiene miedo a bañarse de gloria”, anota el periódico.
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